El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, aseguró la noche del sábado, 30 de abril, que el gobernante Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), fundado en 1961 y en el poder desde el 2007, «va quedando ya» en manos de jóvenes.
«En sus manos va quedando ya la bandera de la patria, de la soberanía, del pueblo trabajador», afirmó Ortega durante un acto oficial con motivo del Día Internacional de los Trabajadores, celebrado en el Centro de Convenciones Olof Palme, en Managua.
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Ortega es un exguerrillero de 76 años que lleva más de la mitad de su vida como líder indiscutible del FSLN, partido del que ha sido su único candidato presidencial en los comicios de 1984, 1990, 1996, 2001, 2006, 2011, 2016 y en 2021.
El FSLN, que nació como un movimiento guerrillero marxista leninista, ha participado en sus 61 años de historia en ocho elecciones nacionales, la primera en 1984, cinco años después de derrocar a través de las armas a la dictadura de Anastasio Somoza Debayle.
El líder sandinista insistió en que «en sus manos (de los jóvenes) va quedando esa bandera, poco a poco ustedes la van tomando», y pidió a la militancia que en esa transición «tiene que haber armonía y no confrontación», esto en referencia a la deserción de muchos de sus integrantes, que han decidido denunciar los abusos cometidos por su régimen.
«El relevo va llegando en armonía, se va dando en armonía y no en confrontación, porque el que alimenta la confrontación, entonces atenta contra la unidad de la familia sandinista, de la familia nicaragüense y de la patria», señaló.
«Queridos jóvenes: ya saben, ese es el reto que tenemos, caminar juntos, desde los niños hasta los de la tercera edad, todos juntos caminando hacia nuevas victorias», concluyó.
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Los denominados militantes históricos sandinistas han reclamado públicamente mayores espacios de participación, tanto en el Gobierno como en los cargos de elección popular.
Ortega, que retornó al poder hace 15 años y tres meses tras coordinar una Junta de Gobierno de 1979 a 1985 y presidir por primera vez el país de 1985 a 1990, fue reelegido por quinta vez, cuarta de forma consecutiva y segundo junto con su esposa, Rosario Murillo, como vicepresidenta, en los cuestionados comicios del siete de noviembre del 2021, con sus principales contrincantes en prisión y acusados por «traición a la patria».
La comunidad internacional y grupos de oposición política en Nicaragua han tildado las votaciones de Ortega como «farsas» y «pantomima», donde no hubo una verdadera competencia.
El exguerrillero es el político nicaragüense que más veces se ha presentado como candidato presidencial, con ocho, y también el jefe de Estado con más tiempo en el poder en Nicaragua, con 26 años y tres meses (incluyendo los seis años que coordinó la Junta de Gobierno), superando a Anastasio Somoza García (16 años y 9 meses) y a José Santos Zelaya (16 años y 6 meses).