Durante el acto por la conmoración de los 10 años de la muerte de Tomás Borge, el dictador de Nicaragua, Daniel Ortega, justificó la expulsión de Organización de Estados Americanos (OEA) afirmando que el organismo regional es utilizado «para invadir países», y citó como ejemplo a República Dominicana, que según el mandatario es «dominada por el imperio norteamericano».
Señaló que su régimen ya había decidido salirse del organismo, pero que «nos querían tener a la fuerza y no hay pueblo que acepte imposiciones cuando tiene dignidad y el pueblo nicaragüense tienen dignidad y no acepta imposiciones», aunque no mencionó que la Carta Fundacional de la OEA, a la que Nicaragua se adhirió, establece un periodo de dos años desde que el Estado renuncia al organismo, para que se pueda hacer efectivo el retiro.
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«Somos un pueblo pequeño, pero somos un pueblo pequeño con el vigor de Darío y con la combatividad del pequeño ejército loco del general Sandino y estamos dispuestos a batallar contra Goliat si Goliat nos agrede», amenazó Ortega, mientras era aplaudido por una portátil de la Juventud Sandinista y una decena de sus leales que fueron agrupados en un pequeño auditorio del Centro de Convenciones Olof Palme.
En cuanto a la toma de la Policía al edificio donde la OEA tenía su oficinas, en Managua, Ortega justificó el manotazo y aseguró que «más bien resguardaban esas tales oficinas mientras se daban los pasos legales para expropiar y para decirles que se fueran de Nicaragua», aunque los representantes de los Estados denunciaron que la acción había sido un «asalto» que atentaba contra la OEA en su conjunto.
Además, Ortega desmintió los señalamientos que hizo el secretario general Luis Almagro, ante el pleno del organismo, quien dijo que la Policía orteguista había ocupado la sede diplomática. «La Policía llegó a resguardar no a ocupar las oficinas sino a resguardar porque también podrían haber provocadores que se metieran o también delincuentes, a aprovechar que estaban vacías (las instalaciones) y meterse a robar, a provocar, para después decir que la culpa es del gobierno».
«Pero el secretario de la OEA —Luis Almagro— hizo un escandalo; reunió al consejo de la OEA y le dijo que habíamos cometido una barbaridad, un delito porque habíamos ocupado y habíamos saqueado las oficinas de la OEA aquí en Nicaragua. ¡Una gran mentira!», remarcó el dictador.
Ortega molesto por condenada generalizada en la OEA
El dictador también se notó molesto por la condena generalizada de los países miembros de la Organización de Estados Americanos y señaló que «los que tienen pueblos heroicos pero están sometidos el imperio comenzaron a condenarnos, otros simplemente le creyeron a quien no se le puede creer nada, que es a esa tal OEA y nos empezaron a condenar, o sea se dejaron llevar por una mentira».
En referencia a la oposición nicaragüense, el mandatario dijo que los que condenan a su régimen son «los vende patria, los traidores que no tienen dignidad para su pueblo».
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Por otra parte, Daniel Ortega ataco a los medios de comunicación y a la prensa independiente, señalándolos de estar «alimentando la idea de que todos pueden ser multimillonarios, y hay gente ingenua que se lo cree».
Finalmente Ortega se remontó a su derrota que le propinó en 1990 la expresidenta Violeta Barrios de Chamorro y dijo que siempre «el Frente Sandinista respetó al gobierno democrático», además despotricó contra todos los disidentes de su partido por criticar su régimen, esto en claro señalamiento de los integrantes de la Unión Democrática Renovadora (Unamos), a quienes tiene presos y acusados de traidores a la patria.
