El nuevo embajador de Nicaragua ante la Organización de los Estados Americanos (OEA), Orlando Tardencilla, dedicó su presentación de cartas credenciales para atacar virulentamente a Estados Unidos, Europa y a la misma organización continental en la presentación de sus cartas credenciales que lo oficializan como el nuevo emisario de la dictadura de Nicaragua.
Con un lenguaje cargado de peyorativos, odio y ataques contra el organismo y países democráticos, al mejor estilo de la vocera del régimen, Tardencilla ya quedó instalado como el representante permanente de Nicaragua ante la OEA para seguir defendiendo a la pareja dictatorial conformada por Daniel Ortega y Rosario Murillo.
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«La OEA prestó e hipotecó su naturaleza de órgano de expresión integradora americana para convertirse en instrumento complaciente que justificó, promovió, y hasta realizó actos infames contra varios pueblos de nuestro continente, alejándose así de su principal tarea de ser una organización que haga respetar y respete los principios del derecho internacional, principalmente de igualdad soberana, independencia, y autodeterminación», dijo Tardencilla ante el secretario general de la OEA, Luis Almagro.
Esta organización oficiosamente fue inaplicando su propia norma fundacional, convirtiéndose en un triste instrumento de agresión del Gobierno de Estados Unidos, quien la reconvirtió en lo que sería conocida como ministerio de colonias de EEUU. Atrás quedaron para su propia vergüenza su primer artículo, que destaca expresamente, la Organización de los Estados Americanos no tiene más facultades que aquellas que expresamente le confiere la presente carta, ninguna de cuyas disposiciones la autoriza a intervenir en asuntos de la jurisdicción interna de los Estados miembros», prosiguió.
Reclama por las sanciones
El emisario del dictador reclamó en su discurso por las sanciones que han impuesto Estados Unidos y la Unión Europea a una serie de funcionarios gubernamentales, señalados de socavar la democracia y apoyar el deterioro paulatino del Estado de derecho en el país centroamericano.
«Desde 2018 hasta nuestros días, venciendo a su nuevo ejército de medios, redes, tranqueros, violentos asesinos y grupos emplantillados en las agencias del Gobierno de EE. UU., apoyándose en la complicidad de gobiernos títeres de Europa y América Latina, imponiendo sanciones, bloqueos y múltiples medidas extorsivas, de forma unilateral», afirmó.
«Hoy estamos aquí, para reiterar, que sostenemos nuestra independencia y Soberanía Jurisdiccional a la que tenemos derecho, reforzamos y aplicamos nuestra soberanía Legislativa con nuestro órganos constitucionales», agregó.
Tardencilla manifestó que la libertad del pueblo nicaragüense «no es transigible» y que el país no es «estrella de ninguna bandera», en alusión al pabellón norteamericano, el principal socio comercial de Nicaragua.
Presentación de Tardencilla fue por «obligación»
La dictadura aclaró, mediante su embajador, que la presentación de las credenciales fue parte del «cumplimiento de la responsabilidad manifiesta, como Estado y Gobierno que cumple con las obligaciones derivadas de sus compromisos suscritos», aunque hayan denunciado la Carta Democrática del organismo y están en su proceso de salida de la OEA.
«Frente a los arteros y perversos manejos mediáticos, los que por su cantidad, saña, financiamiento, cobertura y hasta justificación, nuestra voz se ha levantado siempre, con la dignidad, el decoro y la conciencia cívica, de que el pueblo nicaragüense es el juez perfecto de los actos de los nicaragüenses», aseguró.