La vocera del régimen de Nicaragua, Rosario Murillo, arremetió contra los periodistas del país acusándolos de «construir escenarios» durante las protestas sociales de 2018 con el propósito de difundir «falsedades» haciendo creer que en el país se estaba repitiendo una nueva «insurrección».
En su intervención meridiana de este seis de abril, a través de las repetidoras oficialistas, la vicemandataria sostuvo que los periodistas se han encargado de manipular y tergiversar la información en el país.
«Nosotros hemos conocido la manipulación a través de la información y comunicación. Cuántos escenarios fueron coreografiados, construidos aquí en ese nefasto abril, que todos aborrecemos y que nunca volverá. ¡Cuántos escenarios! Los vimos, los veíamos, Cuántas personas incluso y sobre todo fuera del país se confundieron cuando veían teatro, teatro puro. Eso era, dijo.
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La vicepresidenta destacó que los periodistas en Nicaragua crearon «coreografías y escenografías para pretender movilizar conciencias hacia un lado o hacia otro», durante las manifestaciones en abril 2018.
La portavoz de Ortega también atacó a la oposición de Nicaragua. Los tildó de «destructores de la paz» y sostuvo que sus oponentes «querían que el mundo creyera que la insurrección se repetía en Nicaragua».
Aseguró que en abril 2018, «lo que había era crimen, crimen organizado eso es lo que había con un montaje coreográfico o montajes coreográficos, que simulaban la epopeya de la insurrección. ¿Quién les creyó? Nadie, porque la mentira tiene patitas cortas».
Subrayó que «conocemos, sabemos quienes somos, de dónde venimos y hacia dónde vamos, todos los trucos de la comunicación se usaron, todos los trucos que incluían la presentación del vandalismo como heroísmo, todos los trucos de la comunicación que incluían falsos profetas bendiciendo la maldad, la perversión; eso decimos usando y jurando con el nombre de Dios totalmente en vano».
Con estas palabras se dirigió a los líderes de la Iglesia católica a quienes la dictadura les ha declarado la «guerra» por abrir las puertas de los templos para que los jóvenes pudieran resguardarse ante los ataques del aparato represor del Estado.
Rosario Murillo reiteró que los periodistas independientes en Nicaragua «desgraciadamente» utilizan una «comunicación tendenciosa y de fabricaciones, «para manipular y «hacernos creer que el mundo es como lo quieren las potencias y el mundo debe ser de los pueblos y para los pueblos».
La esposa de Ortega lo que no mencionó fueron los encarcelamientos contra periodistas, el asesinato del reportero Ángel Gahona, el incendio provocado a Radio Darío con todo su personal dentro de las instalaciones, la confiscación de medios de comunicación y la lista de leyes represivas para criminalizar la labor.