A pesar de que Nicaragua arrastra cuatro años de crisis sociopolítica y económica, sumado a los dos años de la pandemia del covid-19, el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo asegura que el 2021 cerró con una tasa de desempleo menor al cuatro por ciento. Es decir, que un poco más del 96 por ciento de los nicaragüenses tendrían un trabajo.
Según la Encuesta Continua de Hogares (ECH) que publicó el Instituto Nicaragüense de Información de Desarrollo (Inide), la tasa de desempleo se redujo a 3.7 por ciento en el cuarto trimestre del 2021, una reducción en comparación a las estadística del mismo periodo de 2020, cuando se ubicó en 4.8 por ciento.
“A nivel nacional, la tasa neta de ocupación se ubicó en 96.3 por ciento, mostrando un incremento de 1.1 puntos porcentuales respecto al cuarto trimestre de 2020, cuando se ubicó en 95.2 por ciento”, expone el documento del Inide.
Estas cifras contrastan con la realidad de los miles de nicaragüenses que se han visto obligados a emigrar debido a la falta de oportunidades de empleo, provocada por la misma represión del régimen orteguista.
“¿Quién quiere separarse de su familia si supuestamente este país te está dando condiciones plenas de empleo, eso (la cifra) no tiene sentido. Es hasta la fecha y no hay cifras oficiales sobre la tasa de pobreza en Nicaragua para ver si es cierto lo que se está haciendo con respecto a la pobreza”, consideró el economista Marco Aurelio Peña.
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Según los datos del Inide, hasta en el último trimestre de 2021, la desagregación por sexo a nivel nacional indica que la Tasa neta de ocupación es mayor en las mujeres que en los hombres. “Esta se ubicó en 96.5 por ciento para las mujeres y 96.2 por ciento para los hombres”, señala el documento.
Tasa de desempleo genera desconfianza
Para el economista, consultado por Artículo 66 recientemente, los indicadores de desempleo presentados por el Inide es algo “descabellado” que solo genera “desconfianza”, ya esa tasa ocupacional correspondería a una macroeconomía, que es cuando en un país no se percibe el desempleo.
“En la macroeconomía cuando vos tenés un cuatro por ciento de desempleo podes decir con toda propiedad que en tu país no existe el desempleo, es decir, cuatro por ciento es inferior a un margen de error de cinco, eso es desempleo friccionar, natural, que en la teoría macroeconómica significa que voluntariamente hay personas que no quieren trabajar o que están pasando en un proceso de: o renunciaron o sus contratos laborales fueron rescindidos y tienen que pasar un tiempo para que se reubiquen en el mercado de trabajo, pero eso no es lo que pasa en Nicaragua”, expuso Peña.
En cuanto al subempleo, Inide sostiene que en el cuarto trimestre de 2021, el 43.7 por ciento de la población ocupada se encontraba en esa condición laboral, y según la institución, esto correspondería a una reducción de 2.7 puntos porcentuales en relación al mismo trimestre del año 2020.
En la desagregación por sexo, según el Inide, la tasa de subempleo es mayor en los hombres que en las mujeres: 46.1 y 40.6 por ciento respectivamente.
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Sin embargo, estos indicadores del subempleo demuestran que más personas, al no encontrar un trabajo de calidad, optan por la tasa de informalidad laboral en el país. Una persona se encuentra en el subempleo cuando trabaja menos o más de las ocho horas establecidas por la ley, pero percibe ingresos bajos y sin contar con sus debidas prestaciones sociales.
“Ni en los peores momentos de la recesión económica durante los últimos tres años se aceptó una tasa de desempleo que superara el 10 por ciento, casi siempre, según el gobierno, la tasa se ha mantenido cercana al seis por ciento, eso quiere decir que, según ellos, en Nicaragua existe una situación de pleno empleo y eso es algo completamente descabellado, en los hechos la gente se está yendo del país por razones de seguridad y políticas, pero también por razones económicas porque ya concluyen que su país ya no es un lugar adecuado para su proyecto de realización humana”, finalizó el economista.