Las condiciones de tortura en «El Chipote» para los presos políticos llegan al extremo que no pueden conversar entre ellos. El Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh) denunció que los reos de conciencia detenidos en la Dirección de Auxilio Judicial (DAJ) «son vigilados las 24 horas del día».
Otra violación a sus derechos humanos, expuesta por el Cenidh, es que los reos de conciencia que comparten celda no pueden conversar entre ellos. «Los policías recorren los pasillos y si los escuchan hablar los castigan», aseveró el organismo en su cuenta de Twitter.
«Esta restricción tortuosa puede causarles daños emocionales. ¿Eso pretenden?», cuestionó el Cenidh en las redes sociales.
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La limitación de hablar entre ellos no se queda solo en las celdas, también es extensivo a los 10 minutos de patio sol a la semana que reciben y en las consultas médicas en la clínica de la cárcel preventiva, condenó el Cenidh el sábado, 26 de marzo.
«El régimen Ortega-Murillo está condicionando el lenguaje corporal de las y los presos políticos en El Chipote; a donde vayan, siempre llevan las manos esposadas, van cabizbajos, sin permiso de decir una sola palabra», criticó la organización a través de su cuenta de Twitter.
El organismo señala que la dictadura de Daniel Ortega quiere «apagarlos y borrar las mentes» de los actuales presos políticos, en su mayoría ya condenados por supuesta «traición a la patria».
Hasta la fecha, la justicia orteguista mantiene cautivos a más de 177 presos, 35 de ellos están en la Dirección de Auxilio Judicial en Managua. Sus familias han denunciado que muchos presentan complicaciones médicas. Su condición de salud se agrava por las condiciones de encierro y la mala alimentación de la que son víctimas.