Paul Reichler, exasesor legal internacional del gobierno de Daniel Ortega y Rosario Murillo ante la Corte Internacional de Justicia, indicó que su renuncia al cargo fue «un proceso de observación» y se efectuó en el «momento apropiado», ya que no podía abandonar sus responsabilidades como abogado del Estado de Nicaragua por los casos pendientes que tenía que defender.
En entrevista con la periodista Lucía Pineda Ubau para 100% Noticias, el jurista explicó que era imposible tomar la decisión de renunciar de un día para otro. «Tengo responsabilidades no con el presidente, pero sí con el Estado de Nicaragua para servirle como abogado hasta la conclusión del caso pendiente, abandonar al cliente en esos momentos, en la víspera de la audiencia final sería causar graves perjuicios», dijo.
«Como abogado tenía que cumplir con mis obligaciones para representar al país en los casos pendientes hasta su fin. Y cuando esos últimos dos casos terminaron, ya tenía la libertad de renunciar a mi cargo», resaltó.
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Paul Reichler manifestó que la represión y la violencia ejercida por el régimen de Ortega, durante las protestas sociales en abril 2018, le afectó; y desde ese acontecimiento «comencé a tener mis dudas sobre la ética de mantener mi relación con este gobierno, sin embargo basado en la historia que tenía con el gobierno y con el presidente Ortega, todavía tenía esperanza para entonces, que a través de un diálogo nacional, tal vez un acuerdo nacional existía la posibilidad de celebrar elecciones libres y confirmar una política democrática».

El abogado internacional aseguró que la administración de Ortega, al no permitir participación en la jornada electoral del siete de noviembre en 2021, «se definió categóricamente como una dictadura».
«Para mí, el gobierno se definió categóricamente cuando comenzaron a hostigar, amenazar y hacer presos a los ciudadanos que estaban expresando su política abiertamente y se estaban separando para participar como candidato en esas elecciones de 2021. El gobierno mandó una señal muy clara de que no iba a tolerar a la oposición de ninguna forma, no iba a celebrar elecciones libres. No había ninguna posibilidad de establecer o mantener un sistema democrático, fue totalmente lo contrario; el gobierno se definió como una dictadura», subrayó.
Ejército de Nicaragua es una «vergüenza»
Paul Reichler, en entrevista con Lucía Pineda Ubau, aseveró que el Ejército de Nicaragua se «convirtió en una vergüenza» por someterse a las órdenes de la dictadura de Daniel Ortega y desproteger a los nicaragüenses.
«El Ejército de Nicaragua se convirtió en una vergüenza nacional, un Ejército totalmente sumiso a una persona, a un dictador, que sirve al dictador en vez de a sus deberes constitucionales», expresó.

Resaltó que la institución castrense, en los años 80 y 90, representaba la transformación y consolidación de la democracia en Nicaragua. «El Ejército de Nicaragua era algo muy especial, responsable con el gobierno de doña Violeta (Barrios de Chamorro) y Antonio Lacayo por la transformación democrática, la consolidación de la democracia, de la supremacía de la ley, el Ejército de Nicaragua fue modelo dentro de un sistema democrático, una fuente de orgullo nacional».
Además, catalogó al sancionado jefe militar Julio César Avilés de «títere», ya que ha servido y apoyado al régimen de Ortega en estos cuatro años de crisis, donde claramente la dictadura ha violado los derechos humanos de los nicaragüenses.
«Se ha prestado a ser instrumento de apoyo de la dictadura en vez de un instrumento de apoyo a un sistema constitucional y democrático esa es una gran tragedia. Si examinamos los ejércitos en Centroamérica, América Latina o en el mundo, el Ejército de Nicaragua era un modelo de profesionalismo, de compromiso con la democracia era un activo Nacional de gran importancia, pero ahora este Ejército bajo su actual comandante nada más es un títere de la dictadura», indicó.
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El 27 de marzo, Paul Reichler renunció a su cargo como asesor legal internacional de Nicaragua ante la Corte Interamericana de Justicia, en La Haya, luego de estar en el cargo por más de 20 años.
Con la salida del asesor legal internacional de Nicaragua son dos los representantes del régimen de Ortega que le han dado la espalda en este mes de marzo, el primero que lo hizo en una transmisión en vivo durante una sesión de la Organización de Estados Americanos (OEA) fue Arturo McFields, exembajador de Nicaragua ante ese organismo y que además denunció los crímenes de lesa humanidad cometidos por la dictadura.