El mandatario de Costa Rica, Carlos Alvarado, lamentó la crisis social, política y económica que persiste en Nicaragua desde abril 2018; cuando iniciaron las protestas cívicas en el país que desencadenaron en una represión desmedida contra los ciudadanos que se oponen a la administración de Daniel Ortega y Rosario Murillo.
Alvarado aseguró que desde ese entonces las instituciones democráticas han sido «erosionadas y destruidas», y por lo tanto el país centroamericano «ya no tiene ningún rasgo de democracia».
El presidente costarricense, que estuvo de visita en España, afirmó que la crisis en Nicaragua «desde la óptica de la democracia es inaceptable, también la situación que viven los presos políticos, que es lo que son».
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Remarcó que el régimen Ortega-Murillo elevó la represión en 2021, previo a la jornada electoral del siete de noviembre, encarcelando a siete aspirantes a la Presidencia y a más de 40 líderes opositores. «Tenemos a toda la oposición nicaragüense encarcelada antes de las elecciones del año pasado, unas elecciones que no fueron transparentes», dijo.
Además, hizo un llamado a la comunidad internacional a impulsar un proceso de diálogo, «elecciones limpias y transparentes» en Nicaragua, «siempre con el liderazgo de los propios nicaragüenses».
«Está en el deber de las democracias ser contundentes y categóricas en decir, desde una perspectiva de principios, qué es correcto y qué no; porque a la larga eso es lo que uno le diría a un amigo. Las soluciones reales están en manos de los ciudadanos (…) los países solo pueden acompañar el proceso», destacó.
Ante la crisis social, política y económica que persiste en Nicaragua, el presidente de Costa Rica subrayó que «los que tienen que tomar la batuta de la transformación son los propios nicaragüenses».
La dictadura de Ortega Murillo ha elevado la represión y persecución política contra el pueblo de Nicaragua. Actualmente, mantiene a más de 170 presos políticos, ha ilegalizado alrededor de 140 organizaciones no gubernamentales y continúa forzando a miles de nacionales a abandonar el país.
Costa Rica continúa albergando a miles de nicaragüenses,. Según la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), el número de refugiados y solicitantes de asilo nicaragüenses en territorio tico se ha doblado y ha alcanzado los 150.000 en los últimos ocho meses (un periodo marcado por unas elecciones en las que la oposición fue perseguida).