La dictadura de Nicaragua «distorsionó» el impacto de la pandemia de COVID-19 en el país, advirtió el Observatorio Ciudadano recientemente. A dos años de que se reportara de forma oficial el primer caso, el 18 de marzo de 2020, las estadísticas del Ministerio de Salud (Minsa) dejan más preguntas que respuestas sobre la verdadera incidencia del coronavirus en la población.
Los entierros exprés, la aceptación real de las causas de muertes y el hermetismo sobre las cifras oficiales, reflejan que la dictadura ocultó los estragos del virus que dejó millones de muertos en todo el mundos y centenares en Nicaragua.
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Tras el anuncio del Minsa de la presencia del mortal virus en el país, el régimen intentó imponer su discurso de falsa «normalidad» en sus medios de propaganda y redes sociales.
Mientras el país iniciaba a reportar diariamente casos positivos, el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo organizaba marchas, ferias y festivales en todo el territorio nacional, desafiando las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que lidiaba con un virus que se propagaba en todo el mundo con rapidez.
OPS no ha podido hacer «valoración exhaustiva» del COVID-19
A dos años de la pandemia de COVID-19, la Organización Panamericana de Salud (OPS) reveló que «no ha podido realizar una valoración exhaustiva de la pandemia» porque el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo no ha brindado la información necesaria a dicho organismo.
«La información que hemos recibido ha sido sucinta y casi exclusivamente a través de los canales del reglamento sanitario internacional. Sin embargo, siguiendo los principios y mandatos de la organización de apoyar a los países y proteger la salud y bienestar de la población, en este caso de Nicaragua, hemos continuado con el apoyo al país para contribuir a que la continuidad de los servicios de salud permanezca no solo para los pacientes de COVID, sino para otros aspectos, incluyendo manejo de emergencia», dijo Ciro Ugarte, director de Emergencias en Salud de la OPS.
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El funcionario de la OPS aseguró que en dos años de pandemia han realizado donaciones importantes de equipos de protección personal, de medicamento y otros insumos críticos. También han apoyado al Ministerio de Salud (Minsa) en la elaboración de varias normativas específicas para la atención del COVID que son implementadas por los distintos funcionarios de salud a través de las orientaciones que da el Minsa.
Más de 18 mil casos positivos
En 24 meses de pandemia, Nicaragua acumula un total de 18 mil 310 contagios por COVID-19, según las cifras oficiales del Minsa. Los fallecidos por el virus alcanzan los 228, a razón de uno por semana desde octubre de 2020. La institución oficial reportó que en los últimos siete días fueron confirmados 87 casos positivos.
Esos números se mantienen muy alejados de las estadísticas del Observatorio Ciudadano COVID-19, que el fin de semana pasado informó que 5 mil 988 personas han muerto en Nicaragua por neumonía y otros síntomas relacionados con la pandemia desde marzo de 2020, así como 32 mil 110 casos sospechosos, cifras que las autoridades no reconocen.
El régimen Ortega-Murillo se niega a establecer medidas restrictivas para evitar la propagación del virus, en cambio, cada fin de semana organiza unas 4 mil actividades a lo largo y ancho del país. Dichas actividades promueven la aglomeración de personas donde no se guarda la distancia ni se toman las medidas mínimas recomendadas por las autoridades internacionales de salud como la OMS.