Este fin de semana se reportaron los asesinatos de dos mujeres, de 21 y 17 años, quienes se encontraban desaparecidas en sus respectivos municipios. Se trata de una joven madre originaria de Waspam y una adolescente comunicadora que fue encontrada sin vida en Estelí.
La mañana del sábado, 12 de marzo, fue hallado el cuerpo sin vida de Marling Martínez Fenly, de 21 años, a orillas de un río, en Waspam, Caribe Norte. La víctima había desaparecido desde el miércoles, 9 de marzo, luego de salir de su casa en la comunidad Klisnak en dirección a Waspuk Ta, territorio indígena Li Aubra, reportó la organización Prilaka Community Foundation.
La organización de los pueblos indígenas del Caribe indicó que, según testimonios, Martínez no regresó a su vivienda, por lo que sus familiares presumieron que la joven se había quedado en la casa de algún pariente en una comunidad cercana, pero se alertaron al ver que dos días después aún no volvía.
La tragedia fue confirmada este fin de semana cuando su cuerpo fue encontrado a orillas del río Coco arriba, ubicado entre las comunidades Klisnak y Naranjal. La familia deduce que, por el estado del cadáver, la joven fue asesinada hace varios días, aparentemente por estrangulamiento. Marling Martínez deja en la orfandad a un niño de cuatro años.

Horas después, en Estelí, se reportó el asesinato de Britney Olivas Herrera, de 17 años, quien colaboraba como locutora en Radio Estéreo Libre y la Asociación Infantil «Tuktan Sirpi».
Medios nacionales relatan que la adolescente había desaparecido desde el 10 de marzo cuando salió de su casa en el barrio Róger Hanguien, en Jinotega, rumbo a Estelí para informarse sobre las carreras universitarias. Olivas fue encontrada la noche del sábado, 12 de marzo, en una hondonada de la comunidad La Quinta.
«Siempre estamos justificando la violencia y siempre culpamos a la víctima y la víctima no tiene la culpa. Vos podés ir donde querrás y no por eso, otra persona tiene el derecho de quitarte la vida», manifestó un periodista de Radio Estéreo Libre.
«Esta familia (radial) está destrozada. Britney tenía tanto talento. Nicaragua entera está pidiendo justicia.¿Cómo podés vos decirle a tu hijo que salga de la casa si no hay seguridad para las mujeres?», cuestionó otro colega.
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La madre de la víctima, Alicia Herrera, publicó que «desgraciadamente no podrán ver su carita por última vez porque esos asesinos le desfiguraron su rostro».
«Mi niña me dijo un día que si moría joven, o antes que yo, que le comprara un ataúd blanco para que las personas que la amábamos, familiares y amistades, escribiéramos cuánto la amamos y así será, es blanco su ataúd», escribió en su perfil de Facebook.

El Observatorio de Femicidio de la organización Católicas por el Derecho a Decidir contabiliza ocho crímenes en contra de mujeres nicaragüenses del 1 de enero al 8 de marzo.
La organización detalla que seis femicidas eran exparejas de las víctimas. Las mujeres de las zonas rurales continúan siendo las más desprotegidas. A esa fecha se registraban seis femicidios en la Costa Caribe, uno en Rivas y uno en el exterior.
El observatorio alertó que, además, al 8 de marzo ya se reportaban 38 femicidios en grado de frustración. La organización teme que la cifra aumente ante la falta de protección y cumplimiento de las leyes e instrumentos jurídicos de prevención, sanción y erradicación de la violencia de género.