Monseñor Rolando Álvarez, obispo de la Diócesis de Matagalpa y administrador apostólico de la Diócesis de Estelí, abogó por la paz mundial y el cese al fuego en Ucrania. El Ejército ruso tiene más de siete días bombardeando diferentes ciudades del territorio ucraniano.
En el programa Pastoreo, Comunión y Oración de este jueves, tres de marzo, el líder religioso pidió por «la paz de Ucrania para que cese esa agresión sangrienta que está sufriendo el pueblo ucraniano (…) por la conversión de Rusia, por la conversión del presidente ruso (Vladimir Putin), del canciller ruso (Serguéi Lavrov), de todos los asesores que aconsejan o mal aconsejan para que puedan ver un rayito de luz del divino espíritu».
«Qué triste es escuchar hablar a los poderosos de este mundo, con una facilidad sorprendente que es diabólica, de una tercera guerra mundial o de una posible tercera guerra mundial catastrófica, nuclear, ¡Qué triste!», lamentó.
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El jerarca resaltó que la ambición ha llevado a los «poderosos del mundo» a socavar la paz, atacar las vidas de inocentes y hasta destruir ciudades enteras, como está sucediendo en Ucrania.
«Ayer en la noche (dos de marzo) pensaba hasta dónde ha llegado la humanidad que hay hombres que se sienten con semejante poder de apretar y apretar un botón para hacer desaparecer ciudades enteras, pidamos la conversión de esos corazones y pidamos que haya paz», dijo.
Asimismo, abogó por la justicia para los pobres, oprimidos, exiliados, encarcelados y para los pueblos en guerra. «Que haya justicia Señor y piedad para quienes se sienten oprimidos y explotados por las ambiciones humanas», expresó.
El líder religioso continúo insistiendo en orar por el cese de la guerra y la conversión de Rusia. «Si hermano hay que pedir como la virgen de Fátima nos pidió, la conversión de Rusia pidámosla», dijo.
Según el gobierno de Ucrania más de dos mil personas civiles -sin contar militares- han muerto, desde el inicio de las hostilidades del ejército de Putin. En Rusia, las autoridades han encarcelado a más siete mil ciudadanos que se han manifestado en ese país exigiendo el cese de la guerra.
«Durante los siete días de la guerra, Rusia ha destruido cientos de infraestructuras de transporte, viviendas, hospitales y guarderías. En este tiempo han muerto más de 2.000 ucranianos, sin contar a nuestros defensores», denunció el Servicio Estatal de Emergencia de Ucrania (DSNS, por sus siglas en ucraniano).