Los familiares de los presos políticos denunciaron que sus parientes en «gravísimo peligro» debido a la falta de atención médica oportuna y pertinente que les ha afectado la integridad física y emocional durante su cautiverio en las cárceles de la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo.
Además, expresaron su preocupación y angustia ante la Iglesia, el Comité Internacional de la Cruz Roja, organismos y mecanismos de derechos humanos y a la comunidad internacional. También enviaron su pésame y solidaridad con la familia de Hugo Torres, el exguerrillero sandinista que estaba bajo custodia del régimen.

«En la cárcel “La Modelo” varias personas presas políticas hoy se encuentran en estado de salud grave, padeciendo de tos seca, síntomas de gripe, fiebre, dolor en los huesos y de cabeza, vómitos y diarrea. Todos estos síntomas son consistentes con un posible brote de la COVID-19», señala la nota de prensa. También señalan que no han recibido atención médica y niegan el ingreso de medicina.
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«En la delegación policial de la Dirección de Auxilio Judicial conocida como “El Nuevo Chipote” y en los Sistemas Penitenciarios, varios de nuestros familiares sufren enfermedades crónicas, tales como hipertensión, bradicardia, parkinson, diabetes y cáncer. Durante meses no han recibido la atención médica especializada, y por tal razón en diferentes momentos han sufrido de mareos, desmayos y descompensación», explican.
Demandan liberación

Los familiares manifiestan que ante la «alarmante» situación de los presos políticos y que, ante la muerte de Hugo Torres, el Estado es el único responsable de la salud de sus parientes por lo que demandaron su «libertad inmediata incondicional y con garantías».
Denuncian que sus parientes han desarrollado padecimientos que comenzaron a manifestarse desde que están bajo la custodia y tutela del Estado de Nicaragua, «como las afectaciones psicológicas». «Son inocentes y nunca debieron haber sido detenidos de manera arbitraria», enfatizaron.
Los familiares atribuyen esos padecimiento a las «condiciones precarias e inhumanas de reclusión en las que se encuentran, incumpliendo las reglas y normas carcelarias mínimas consistentes con los derechos humanos, el aislamiento e incomunicación por periodos prolongados, la falta de acceso a salud adecuada y oportuna».