Los estudiantes de las diferentes facultades de la Universidad Católica del Trópico Seco (UCATSE) expresaron su «rechazo e indignación» ante la cancelación de la personalidad jurídica de su casa de estudios por parte de la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo. Además, demandan que le sea devuelto su permiso de operación.
La comunidad educativa exigió a la dictadura que sean «humanos» y «regresen lo que fue hurtado deshonestamente».
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«La universidad no son las cuatro paredes que conforman el edificio, la universidad somos todos los que la conformamos estudiantes, docentes y administrativos, por ello no podemos callar ante este acto injusto, no somos ciudadanos ciegos ni perros mudos para guardar silencio», destacan.
El régimen usó al Ministerio de Gobernación (Migob) para solicitar a la Asamblea Nacional -dominada por el sandinismo- para que descabezara a una docena de entidades de educación superior en el país.
«Por órdenes de Daniel Ortega y su esposa Rosario Murillo, hurtaron arbitrariamente la personalidad jurídica de nuestra alma mater que cuenta con 54 años de existencia y una de las más prestigiosas en el norte del trópico seco», subrayan los estudiantes.
Según el pronunciamiento de los afectados, la UCATSE «ha cumplido con todas orientaciones» del Consejo Nacional de Universidades (CNU) y el Consejo Nacional de Evaluación y Acreditación (CNEA). «Lo que han cometido con estudiantes y maestros de nuestra universidad es un acto egoísta e inhumano ya que deja más de mil estudiantes sin terminar su carrera y a de 400 maestros en el desempleo», explican.
Las otras universidades canceladas por la Asamblea Nacional, por decisión del régimen de Ortega-Murillo, son: Universidad Nicaragüense de Estudios Humanístico (UNEH), Universidad Politécnica de Nicaragua (Upoli), Universidad Popular Nicaragüense (Uponic) y la Universidad Paulo Freire (UPF).
Jóvenes de diversos grupos de estudiantes calificaron como un «atropello contra la educación superior» en el país la ilegalización de las cinco universidades. «La educación ha sufrido las embestidas de este régimen que pretende hegemonizar la educación superior, controlar la libertad de cátedra y de pensamiento de los jóvenes de estas universidades», manifestaron.