Familiares de María Eugenia Méndez, de 40 años, denunciaron una supuesta negligencia médica por parte del personal médico de la Clínica Previsional La Fraternidad en León. Según el acta de defunción, Méndez, con ocho meses de embarazo, falleció por insuficiencia respiratoria aguda y neumonía comunitaria; pero el personal de salud aseguraba que solo presentaba anemia y no asumía que su cuadro clínico incluía síntomas asociados al COVID-19.
De acuerdo con la información del Noticiero Acción 10, Méndez llegó a la Clínica La Fraternidad el jueves, 20 de enero, con una severa dificultad para respirar. En el puesto de salud le realizaron exámenes para descartar que se tratará de un caso COVID «y le dijeron que eso era negativo, le hicieron una prueba en sangre, que lo que tenía era anemia y la andaba en 34», manifestó Fátima Carrión, vecina de María Eugenia.
El personal de salud optó por darle la alta a la Méndez, le mandaron unas medicinas, pastillas para la taquicardia y la mandaron a nebulizarse con bromuro y salino, pero su estado de salud más bien se complicó la noche del domingo. El lunes, 24 de enero, los familiares la trasladaron a una clínica privada en Chinandega, en ese sitio le dieron traslado a su centro de atención médica porque era un caso sospechoso de coronavirus.
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«Desde que nosotros entramos ahí ella no podía respirar muy bien, una doctora le puso oxígeno, pasó como 20 minutos y ella dijo que se sentía bien, después de pasar los 20 minutos llegó otra vez a preguntarle y ella decía que ya no aguantaba. ellos sabían que ella estaba muy mal porque llegaron muchos médicos, llegaron como cinco médicos al mismo tiempo y solo se quedaban viendo ellos y la miraban a ella, y le preguntaban que se sentía, ella no podía responder porque no podía hablar», relató Graciela Méndez, sobrina de la fallecida.
María Eugenia Méndez deja a tres niños en la orfandad. Uno de 13, otro de 10 y el más pequeños de 6 años. La mujer era originaria del municipio de Posoltega, en Chinandega; y laboraba para la zona franca Yazaki, ubicada en el departamento de León.
Sus familiares alegan que el personal de salud actuó con negligencia médica, porque Méndez no fue tratada como un caso de COVID-19, pese a que ella manifestó que se le dificultaba respirar.
En la última semana, Nicaragua registró levemente un aumento en los contagios por COVID-19, 46 nuevos casos, cinco más que la semana del 11 al 18 de enero. La Organización Panamericana de la Salud (OPS) informó el 26 de enero, que el Ministerio de Salud (Minsa) ha confirmado la circulación de la variante ómicron en el país, y que esta se extenderá progresivamente en todo el territorito.
La OPS indicó que de acuerdo a las estadísticas oficiales del Minsa la mayoría de los casos reportados corresponde al sexo femenino y los grupos de edades más afectados son las personas de 30 a 50 años, seguidos de los mayores de 50.
Según el reporte de incidencia del Minsa hasta el 25 de enero, el país alcanzó los 17.670 los contagios confirmados y 221 decesos acumulados por coronavirus.