Nicaragüenses residentes en varias ciudades del mundo realizaron este domingo, nueve de enero, una serie de actividades en contra de la continuidad «ilegítima» de Daniel Ortega y Rosario Murillo en el poder, a vísperas del acto de juramentación en Nicaragua.
«Nicaragua no tiene presidente», señalaron los integrantes de la organización SOS Nicaragua Europa que este día realizó un conversatorio por la libertad de los presos políticos y los derechos humanos en Nicaragua, en el que intervino Berta Valle, esposa del opositor y aspirante presidencial preso Félix Maradiaga.
Valle, también perseguida del régimen y quien se encuentra en el exilio, reiteró que «las personas que están en El Chipote (Dirección de Auxilio Judicial) han descrito que sus celdas permanecen en penumbra. También hay otras que tienen la luz encendida las 24 horas. No se les ha permitido tener una frazada de abrigo para poder cubrirse y eso impide la calidad del sueño».
El presidente de SOS Nicaragua Europa, Santiago Urbina, y Araceli Sauceda, miembro de la junta directiva de SOS Nicaragua Madrid señalaron que continuarán realizando plantones y bailes de resistencia como forma de protesta para lograr la democracia en el país.
«Seguiremos en la lucha cívica y seguiremos presionando para acortar los tiempos. Toda la diáspora, la solidaridad y exiliados seguiremos trabajando unidos», señaló la organización.
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Al tiempo, otro grupo de nicaragüenses se apostó en las inmediaciones de la sede de la Organización de Estados Americanos (OEA) en Washington D.C., Estados Unidos, como forma de presión a los Estados miembros para que adopten y mantengan una postura congruente en contra de la administración «ilegítima» de Daniel Ortega. «¡Basta ya! Farsa del circo electoral», se leía en las mantas.
Nicaragüenses en Miami, Florida, también se congregaron en el parque Rubén Darío para demandar la libertad de los más de 160 presos políticos.
Las imágenes también se compartieron desde la ciudad de Hamburgo, Alemania, donde ciudadanos se fotografiaron con carteles en mano en repudio al nuevo mandato de la pareja dictatorial.
«Estamos aquí desde ciudad de Guatemala protestando en contra de la toma de posesión del dictador Daniel Ortega, acusado de crímenes de lesa humanidad. No reconocemos a Ortega como nuestro presidente, no reconocemos a las autoridades de la dictadura. Exigimos libertad para los y las presos políticos», manifestó otro grupo de nicaragüenses desde el país centroamericano.
Demandaron al presidente guatemalteco, Alejandro Giammattei, y a la comunidad internacional no reconocer al régimen Ortega-Murillo; solidaridad y justicia para las madres de los asesinados por la dictadura.
En Costa Rica, uno de los principales destinos de migrantes nicaragüenses, se realizó una vigilia por la libertad de las personas presas políticas en la Plaza de la Democracia en San José. Los presentes mencionaron los nombres de cada encarcelado en reclamo de su libertad inmediata, y se manifestaron con un acto cultural de bailes folklóricos y música en vivo.
«No puede una dictadura contra un pueblo que lucha por justicia. El siete de noviembre que (el pueblo) no fue a las Juntas Receptoras de Voto fue demostrar que sigue en resistencia y hoy estamos diciendo, desde el exilio como de adentro de Nicaragua, que es un gobierno ilegítimo y no vamos a dejar de luchar hasta que logremos justicia y sacudirnos de la dictadura», manifestó a medios locales Francisca «Chica» Ramírez, líder del Movimiento Campesino en el exilio.
La población también alzó su voz en las redes sociales utilizando la etiqueta #OrtegaIlegítimo #LibertadYa.
Daniel Ortega se atornilló en el poder luego de ganar en unas elecciones viciadas el siete de noviembre de 2021. El régimen se encargó de ilegalizar a la oposición a las puertas de los comicios, sacando de la contienda a tres partidos políticos opositores, promulgando leyes que inhiben la participación de la oposición a cargos públicos y encarcelando a unos 40 dirigentes gremiales, entree ellos, siete aspirantees a la Presidencia de Nicaragua.
Tras las votaciones del siete de noviembre, en las que el dictador Ortega se impuso por cuarto periodo consecutivo, el Observatorio Ciudadano Urnas Abiertas reportó que solo un 18.5 % de los nicaragüenses participó de ese proceso frente a un 81.5 % que se abstuvo. Los resultados de las elecciones fueron a todas luces «ilegítimos» ante el mundo.