En medio de la persecución al periodismo independiente, el régimen de Daniel Ortega firmó recientemente un convenio de cooperación entre el Grupo de Medios de China y el Consejo de Comunicación y Ciudadanía de Nicaragua, que controla a todos los medios oficialistas. Lo que para algunos analistas y periodistas representa la búsqueda de la dictadura en establecer un modelo de ofensiva propagandística como la del país asiático.
El convenio, firmado en medio de la crisis de legitimidad, el aumento de sanciones y el desconocimiento internacional que atraviesa Ortega, incluye la instalación de una corresponsalía del Grupo de Medios de China, el cual está conformado por la Televisión Central de China (CCTV), la Radio Nacional de China (CNR) y la Radio Internacional de China (CRI).
Este grupo de medios chinos fue fundado como una plataforma oficialista de difusión el 19 de abril de 2018. Huang Kunming, miembro del Buró Político del Comité Central del Partido Comunista de China, expresó durante el lanzamiento que el grupo debía orientar “la dirección política correcta y guiar e influir en el público”, según la agencia oficial de noticias Xinhua.
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A criterio de los analistas consultados, este el ejemplo que quiere seguir Ortega en su ofensiva para controlar las ideas y el pensamiento de la ciudadanía nicaragüense. Pero también buscaría fortalecer su propaganda mediática hacia el exterior, porque debido al desconocimiento internacional “sabe que es una batalla que tiene perdida”.
“El régimen sigue apostando a la imposición de un sistema de medios que únicamente transmita el discurso oficial, que no cuestione, que no interrogue, que no investigue. Quiere configurar un sistema de medios que aplauda al poder y que solo divulgue propaganda”, aseguró el periodista Julio López.
Prepararán a “propagandistas”
El acuerdo incluye el intercambio, la formación y el aprendizaje entre periodistas de los medios oficialistas de China y los medios oficialistas de Nicaragua. Durante la firma de dicho convenio participaron los hijos de la pareja presidencial: Camila, Maurice, Daniel Edmundo y Juan Carlos, quienes son dueños, coordinadores y directores de los canales 13, 4 y 8. Así como también Laureano Ortega Murillo, quien de facto funge como canciller.
Para un analista de medios nicaragüenses, que prefirió omitir su nombre por seguridad, este convenio es “un intercambio de estrategias, de modelos de represión (mediática). Este acuerdo evidencia que siempre existe el manejo Estado-partido-negocio familiar. Esto es un tema de preocupación”.
“¿Qué buenas prácticas o enseñanzas nos puede dar China sobre comunicación? Nada. Si es uno de los mayores violadores de la libertad de prensa. Puede enseñar solo tácticas dictatoriales, represivas y de vigilancia”, agregó el analista.
Para Julio López, en el intento por silenciar a los medios independientes, Daniel Ortega ha intentado de todo, “pero no ha podido destruir la credibilidad que tenemos los periodistas independientes”. “Con China podrán fortalecer técnicamente a sus propagandistas, pero ganar la confianza y credibilidad de la mayoría de la población nicaragüense, eso lo perdieron desde que nos arrebataron la posibilidad de expresarnos con libertad, sin tener represalias por ello”, puntualizó.
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Por su parte, el periodista Octavio Enríquez, ganador del premio Rey de España, sostuvo que es muy difícil determinar el alcance de este convenio porque no dan detalles de cómo operaría. “Lo más seguro es que se nutran con estilos de propaganda de ambos lados, una escuela de maldades”, dijo.
“Llama la atención que todos los hijos de Ortega, los empresarios televisivos, hayan viajado hasta allá. Recordemos que ahí hay un enorme conflicto de interés. ¿Representan al Estado o sus propios intereses?”, reflexionó Enríquez, también ganador del premio Ortega y Gasset.
Ambos violadores de derechos
Asimismo, Enríquez señaló que “la falta de transparencia en ambos regímenes puede ser una ventana a la corrupción, que siempre es un baile de dos. Otro rasgo que es fácilmente notable, además de la falta de democracia real en ambas naciones, es su irrespeto a los derechos humanos”.
Nicaragua es uno de los países peor evaluados en el tema de la libertad de prensa, según el informe de Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa 2021, publicado por la organización Reporteros Sin Fronteras, la cual evalúa a 180 naciones del mundo.
“Desde 2018 estamos observando un deterioro dramático de la situación de la libertad de expresión en Nicaragua”, comentó recientemente Emmanuel Colombié, director de Reporteros Sin Fronteras para América Latina. Entre 2020 y octubre de 2021, esta organización documentó 36 tipos de acoso, amenaza, censura, acoso judicial y encarcelamiento de periodistas en Nicaragua.