La vocera del régimen de Nicaragua, Rosario Murillo, hizo alusión a la Revolución Popular Sandinista de 1979. A los que murieron o lucharon en esa época los señaló de «valientes, que han dado todo para que vivamos en paz». La vicepresidenta, además, tildó de «santos de palo» a los ciudadanos que participaron y fueron asesinados durante las protestas sociales de abril 2018.
En su intervención meridiana, por los canales oficialistas, Murillo agregó que los héroes y mártires de la revolución sandinista lucharon «con valentía infinita, ideales y valores cristianos, fraternales y solidarios para que vivamos en paz».
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La vicepresidenta de Nicaragua continúa rememorando el estallido social de abril 2018, aunque sostiene que no quiere recordarlo, debe hacerlo, para que no vuelva a «repetirse».
«Cuando fuimos asolados y azotados por el odio, que además fue bendecido, ya sabemos que el odio fue bendecido, no queremos estarlo recordando, pero debemos, porque en el nombre de Dios no se puede proclamar el odio como regla de vida y cuando fuimos asolados por esa maldición del odio, de la separación, nosotros sabíamos que ahí no estaba Dios, (…) ahí estaban adulteraciones y falsificaciones irreconocibles que pretendían hablar con la voz de Dios», aseveró.
La primera dama aseguró que «por eso sabemos que esos días terribles no volverán nunca y esa es la voluntad de Dios, lo sabemos, lo sentimos y lo vivimos».
Por otra parte, Rosario Murillo, una vez más, con su discurso contradictorio afirmó que «para nosotros hablar de Dios es hablar en serio, de amor, de fraternidad, de paz y bien». El régimen orteguista desde el 2018 se ha encargado de difamar y atacar a la Iglesia católica tildándola de «terrorista», por su papel de mediador en los dos intentos de diálogo que se efectuaron en el país.
«Lo que parecía o se vendía, porque todo eso es comercio también, como la voluntad de Dios, no era más que la adulteración política, no era más que agendas políticas de verdad nefasta, destructiva, genocida. ¿Cuántos en el mundo han padecido esas agendas políticas y siguen padeciendo esas agendas políticas destructivas? pero bueno todo eso pasó, no lo olvidamos, porque no se repetirá», sostuvo la vicemandataria.
Agregó que «lo clave es saber es que aquí no hay repetición y que además, no puede nadie otorgarse, otorgarse privilegios que nadie le ha concedido, no puede nadie ufanarse de ser emisarios o mandamases de agentes extranjeros, es decir. ser agente extranjeros o mandamases en nombre de los imperios, no puede nadie proclamarse dueño de una patria que es de todos».
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Murillo afirmó que la población nicaragüense ha librado batallas a lo largo de la historia y la supresión de las protestas sociales del 2018 es una «victoria más» para su régimen. Sostuvo que los caídos durante las olas de manifestaciones no son héroes o «santos» del país, como los de 1979.
«La reciente historia de odio, de desastre, de la calamidad que produjeron los que ahora quieren pintarnos como santos, los santos están en nuestras vidas, en nuestros altares, altares propios de las familias, de las personas», indicó.
«Aquí no hay santos de palos, esos santos de palos también se los robaron, lo mismo lo de los rieles, lo del tren fue robado, era famoso, habían algunos personajes famosos especialistas en robar santos de palo, aquí no hay santos de palo, hay santos de verdad y esos santos, a esos santos que invocamos, a lo que pedimos que intercedan por nuestra patria bendita, no tienen rango de agentes extranjeros», aseveró.