El régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo ha enfilado sus cañones para mermar la salud física y emocional de unas 11 personas presas políticas adultos mayores que están encerradas en las celdas de «El Nuevo Chipote», la Dirección de Auxilio Judicial en Managua, conocida por ser un centro de tortura. Ahí están recluidas las personas de mayor edad a las que la dictadura le teme y prefiere encerrar sus voces disonantes.
La Ley 720, Ley de Adulto Mayor, y el Código Procesal Penal (CPP) protegen a las personas de 60 años a más. Según las leyes de la República, deberían ser beneficiados con el régimen de casa por cárcel o arresto domiciliar cuando se realiza el proceso judicial o cuando haya sentencia firme.
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El inciso 13 de la Ley 720, Ley del Adulto Mayor señala que, a los mayores de 60 años se le garantice ante los jueces o tribunales competentes «un proceso sencillo, con prelación, celeridad, gratuidad e inmediatez, con las debidas garantías procesales, que le ampare contra actos que violen o puedan violar sus derechos humanos y libertades fundamentales».
El Código Procesal Penal (CPP) de Nicaragua explica que la sustitución de prisión preventiva por domiciliaria debe ser decidida por el juez que conoce de la causa, pero estos responden a los intereses de la pareja dictatorial.
«El juez puede sustituir la prisión preventiva por prisión domiciliaria, entre otros casos, cuando se trate de: Mujeres en los tres últimos meses de embarazo; madres durante la lactancia de sus hijos hasta los seis meses posteriores al nacimiento o personas valetudinarias o afectadas por una enfermedad en fase terminal debidamente comprobada», detalla la normativa.
Los reos de conciencia de mayor edad
Casi una docena de personas presas políticas conforman el grupo de mayor edad que están en las cárceles de la dictadura y son señaladas de supuestamente violar la Ley 1055, Ley de Soberanía, una herramienta jurídica del régimen Ortega-Murillo para encarcelar a los opositores.
El reo de conciencia de mayor edad es el analista político y exembajador Edgard Parrales con 79 años; le sigue el excanciller Francisco Aguirre Sacasa de 77; el general en retiro Hugo Torres Jiménez con 73 años; el exembajador de Nicaragua ante la OEA Mauricio Díaz de 71; la excandidata a vicepresidenta Violeta Granera Padilla con 71 años; el periodista y político opositor Pedro Joaquín Chamorro Barrios de 70 años; el exministro sandinista Víctor Hugo Tinoco con 69; el exdiputado liberal José Pallais de 68 años; el exembajador y académico Arturo Cruz también con 68; la líder territorial de la Alianza Cívica Nidia Barbosa de 66 años y la historiadora y comandante guerrillera Dora María Téllez igualmente con 66 años, los que cumplió en prisión.
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La mayoría de las personas de la lista de reos de mayor edad presentan diversos problemas de salud, necesitan atención médica y sus medicamentos; incluso algunos tendrían una alimentación especial por las complicaciones en su estado físico como la desnutrición por la mala alimentación y afecciones intestinales por el tipo de comida que reciben.
José Pallais fue sometido a una cirugía en la clínica médica en El Chipote. Además, padece diabetes, problemas cardíacos, hipertensión, glaucoma y apnea del sueño. Nidia Barbosa fue trasladada a un hospital por presentar problemas cardíacos ante el encierro al que es sometida. Víctor Hugo Tinoco padece el Síndrome de Meniere que le produce mareos muy fuertes, zumbidos en el oído y pérdida de la audición.
Todos han perdido peso y están más delgados, según información que han compartido sus familiares que han logrado verlos en tres ocasiones desde finales de mayo de 2021. Igualmente, sufren constantes interrogatorios y torturas psicológicas a diario.