Tras el secuestro a manos de civiles del analista político y exdiplomático nicaragüense Edgard Francisco Parrales Castillo, la tarde de este lunes, su esposa e hija mostraron su preocupación debido a que el opositor padece de múltiples enfermedades, entre ellas en el sistema digestivo, que necesitan ser tratadas de manera disciplinada.
“El problema es que él es una persona que desde hace 10 años no tiene intestino grueso y entonces tiene que tener una alimentación especial y un medicamento especial, sino se descompensa. Además de eso él tiene una hernia en el estómago que no se la ha quitado porque no hemos tenido plata para operarlo, esa es la realidad”, relató Carmen Dolores, esposa del opositor, durante una entrevista con el canal 100% Noticias.
Parrales fue detenido la tarde de este 22 de noviembre en las cercanías de su casa, ubicada en el sector de Los Robles en Managua. Según el relato de su esposa, al momento del secuestro el exdiplomático estaba afuera del patio de su casa y se acercaron dos hombres civiles “lo agarraron y él gritó ´me están llevando contra mi voluntad´, eso fue como a las 2 de la tarde”, contó Carmen, quien agregó que hasta el momento desconocen si fue llevado a una estación policial o a la Dirección de Auxilio Judicial, conocido como el nuevo “Chipote”.
Hasta antes de su secuestro Parrales, quien también fungió como embajador de Nicaragua ante la Organización de los Estados Americanos (OEA), era una de las pocas fuentes que brindaba entrevistas a los medios de comunicación independientes de forma abierta, sin temor a que el régimen tomara represalias por sus opiniones relacionadas a la situación política y religiosa del país.
De hecho que su secuestro se da el mismo día en que Parrales estuvo en Canal 10 de televisión analizando las recientes sanciones impuestas por Estados Unidos, Canadá y Reino Unido a operadores de la administración de Daniel Ortega.
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“Él necesita medicación diaria, tuvo una operación hace años en el sistema digestivo, él tiene sus cuidados, aunque se vea fuerte, él tiene problemas de salud, al final tiene 80 años (…) y ahorita está en un tratamiento para nivelar eso, necesita una alimentación balanceada, con más cuidado”, recalcó al respecto su hija Carmen Parrales.
“Le tienen miedo a su palabra”
A consideración de su esposa, el secuestro del exembajador es porque le “tienen miedo a su palabra”. “Ellos saben quiénes somos nosotros, ellos saben que él dio su sacerdocio por la revolución, y cuando no estuvo de acuerdo con las cosas que hicieron se retiró y lo sacaron de la embajada porque él no estuvo de acuerdo, porque él siempre tuvo su posición”, recalcó Dolores.
Parrales fue por 17 años profesor de la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAN) pero en el 2018, durante el estallido sociopolítico, lo despidieron “y no lo dejaron entrar”.
“Les da miedo (al régimen) porque saben que lo que está diciendo es la verdad, porque siempre ha dicho la verdad y la verdad técnicamente, él dice las cosas de frente y estudia cada vez que va a hacer una entrevista para no decir cualquier cosa”, agregó Dolores.
Parrales además fue un sacerdote diocesano, defensor de la teología de la liberación nicaragüense, Ministro de Bienestar Social (1980-1982) y fue uno de los cuatro prelados que el papa Juan Pablo II suspendió a divinis del ejercicio del sacerdocio, a los sacerdotes Ernesto Cardenal, Fernando Cardenal, Miguel D’Escoto.