Opositores del norte de Nicaragua que no participaron de las cuestionadas votaciones del siete de noviembre consideran que las sanciones que ha comenzado a imponer la comunidad internacional son una clara advertencia a la farsa electoral montada por Daniel Ortega y Rosario Murillo.
El 15 de noviembre, Estados Unidos sancionó a la Fiscalía y a nueve allegados del actual régimen, entre los que se encuentran los alcaldes de los departamentos de Jinotega, Matagalpa y Estelí; mientras que Reino Unido sancionó a Rosario Murillo, vicepresidenta designada por el Consejo Supremo Electoral (CSE), y a siete de sus funcionarios.
Noticia relacionada: Moody’s afirma que las «elecciones ilegítimas» de Nicaragua ahuyentarán el financiamiento y acarrearán más aislamiento
«La comunidad internacional ya no iba a seguir esperando más las muestras de buena voluntad de la pareja presidencial de Daniel Ortega y Rosario Murillo, para que desmontaran la farsa electoral que ellos organizaron el pasado 7 de noviembre en Nicaragua», expuso José Amílcar Matamoros Hernández, reconocido dirigente del Movimiento Campesino en el municipio de Quilalí, Nueva Segovia.
Matamoros, quien es originario de la comunidad de Caulatú, tiene fe en que las presiones internacionales obligarán al régimen a revertir lo actuado el 7 de noviembre. «Ellos tendrán que volver a hacer las elecciones el otro año, porque no van a aguantar las sanciones que ya comenzaron a aplicarle Estados Unidos, Inglaterra, Canadá y faltan las que le vienen de la comunidad europea», dijo.
Ernestino Ulises Poveda Moreno, también del Movimiento Campesino en el municipio de Ciudad Antigua, de Nueva Segovia; señaló que las sanciones que comenzaron el lunes son una buena señal de que van con todo en contra de la dictadura. «Ahora les toca a los sandinistas vivir lo que nosotros vivimos en la revuelta de abril del 2018 y que seguimos aguantando este año. Ellos deberán de hacer nuevamente las elecciones el próximo año», señaló.
Gobierno sin legitimidad
Por su parte, la abogada Claudia Marieta Medina, una conocida opositora liberal en la ciudad de Somoto, cabecera departamental de Madriz, afirma que la dictadura está clara que la gran mayoría de la población nicaragüense los rechazó al no acudir a votar el 7 de noviembre pasado. “(Daniel) Ortega después de este periodo es un presidente no reconocido. Ahorita ¿qué es lo que esperamos?, esperamos la respuesta de la comunidad internacional para que Ortega vuelva a hacer nuevamente las elecciones y se tome en cuenta la voluntad del pueblo”, manifestó.
Reny Díaz Zavala, exsecretario del suspendido partido Ciudadanos por la Libertad (CxL) en Madriz, dijo que el pasado 7 de noviembre el pueblo nicaragüense se expresó diciendo no a la farsa electoral. “Creo que ésta es la peor derrota que ha sufrido el Frente Sandinista (FSLN) desde 1990, cuando doña Violeta Chamorro le ganó en esa ocasión la presidencia de la República, además de no tener el reconocimiento absoluto del pueblo nicaragüense y de la comunidad internacional (…) sus adeptos no deben de sentirse victoriosos, porque cualquiera de los verdaderos opositores que están presos les hubieran ganado abrumadoramente estas elecciones¨, explicó.
Mientras que Balvino Guevara Pérez, campesino de Quebrada de Agua de Somoto expuso que en su comunidad, que es de unos 2 mil habitantes, la gente no salió a votar. “Hombre fue una farsa electoral. En mi familia nadie fue a votar, tampoco la gente del lugar (…) nadie salió a votar en la comunidad, porque no había por quién y porque no confiamos en estas elecciones¨, aseguró el conocido líder campesino liberal.