La comunidad de nicaragüenses en España realizó un foro por la libertad y la democracia en Nicaragua donde se dialogó sobre las crisis sociopolítica que prevalece en el país, ante unas elecciones, denunciaron, totalmente «ilegitimas» y donde Daniel Ortega busca su cuarto periodo consecutivo en el poder.
El espacio fue organizado por cuatro grupos; Sos Madrid Nicaragua, Asociación Nicaragua libre, Unidos por Nicaragua y Feminista de Madrid por Nicaragua. En el evento celebrado este tres de noviembre participaron: Denise Cook, defensora de derechos humanos; Carlos Fernando Chamorro, periodista nicaragüense; Josefa Meza, madre de Jonatan Meza; y Wendy Flores, del Colectivo de Derechos Humanos Nicaragua Nunca Más.
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En su intervención, Denise Cook, quien formó parte del Mecanismo Especial de Seguimiento para Nicaragua (Meseni) de la CIDH, explicó que la misión de ese equipo era darle seguimiento a lo que ocurría en el día a día en Nicaragua. «Nuestra labor era la información recabada diariamente de lo que estaba pasando y en ese sentido fuimos testigos en primera fila del enorme deterioro, que se produjo en todos los sentidos, desde junio hasta diciembre, cuando también fue expulsada la misión. Se recogió múltiples informes, que daban cuenta de todo lo que había ocurrido en Nicaragua», aseguró.
Resaltó que «el Estado poco a poco empezó, digamos una visión formal de cooperación de cumplir con sus obligaciones de derechos humanos y el cumplir con los acuerdos de la mesa de diálogo. y poco a poco se empezó a ver un deterioro total, pues con las detenciones arbitrarias con represión absolutamente profundizadas, operaciones de limpieza que fueron cada vez más crueles; y donde evidentemente hablando ya individualmente, porque ya no formo parte más de la CIDH, era evidente que no había ninguna voluntad política en el gobierno para intentar llegar a acuerdos. Lo que se pretendió en esos meses, fue primero llegar al 19 de julio diciendo ya controlamos el país y después ir desmontando poco a poco todo espacio de diálogo o de democracia que quedara».
Por su parte, Wendy Flores del Colectivo de Derechos Humanos Nicaragua Nunca Más, indicó que las persecuciones y hostigamientos en Nicaragua se venían dando desde hace tiempo y no del 2018.
«La persecución contra las feministas defensoras de derechos humanos empezó entre 2008 y 2009, por ejemplo organizaciones internacionales fueron allanadas Confidencial, las oficinas de Oxfam, Movimiento Autónomo de Mujeres; una persecución con la idea de criminalizar a quienes estaban criticando la gestión de gobierno, también criminalizar y perseguir por el tema del aborto a las mujeres feministas, que habían estados involucrados en la defensa de los derechos sexuales y reproductivos» subrayó Flores.
Desde el año 2008 se empezó a evidenciar la partidización de instituciones públicas como «el Ministerio Público, la Policía Nacional que se sometieron a las órdenes del Ejecutivo, al margen de los derechos constitucionales y de los derechos que están establecido en nuestras leyes» puntualizó.
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La estrategia de gobierno de perseguir a defensores de derechos humanos, periodistas, medios de comunicación y organizaciones internacionales se mantuvo a lo largo de los años hasta antes y después de 2018. «Lo que nosotros vivimos en 2018 de manera masiva, se venía realizando contra todo grupo que protestara», señaló Wendy Flores.
Carlos Fernando Chamorro, director de Confidencial y actualmente en el exilio, durante el conversatorio comentó que él titularía las votaciones de Ortega como: «Después de la derrota política de Daniel Ortega el siete de noviembre».
«Hablo de la derrota política de Daniel Ortega este 7 de noviembre, porque Daniel Ortega perdió dos veces, la verdadera elecciones del 7 de noviembre, porque las perdió, porque las canceló, las perdió en el momento en que estalló la insurrección cívica de abril en 2018. Un estallido que movilizó a centenares de miles de personas, durante cuatro meses, demandando su salida del poder, demandando reforma electoral, demandando elecciones anticipadas y esto provocó una crisis irreversible en el régimen de Ortega murillo» aseveró el periodista durante su intervención en el foro.
Señaló que «a pesar, de tener el control total, del poder electoral (Daniel) Ortega no se atrevió a poner en riesgo el poder, en una elección libre y competitiva entre junio y agosto. Todos sabemos que se eliminó la competencia electoral, al encarcelar a siete precandidatos de la oposición y más de 30 líderes políticos y cívicos (…) y se despojó de su personalidad jurídica, a dos partidos políticos. Por eso digo, Ortega perdió dos veces las elecciones, durante las protestas masivas de abril a julio, cuando ejecutó crímenes de lesa humanidad contra la población que lo arrinconó y lo definió como una minoría política; y ahora en 2021, hay una segunda derrota, cuando frente al desafío del liderazgo opositor, lo ponen en la cárcel».
El periodista exiliado reiteró que «(Daniel) Ortega está empeñado en eternizarse en el poder en cumplir esos cinco años de gobierno, yo creo que depende del pueblo nicaragüense y de la presión de la comunidad internacional, que la solución a la crisis se pueda lograr a un plazo más corto. Al final de cuenta el siete de noviembre vamos a tener una reelección de (Daniel) Ortega y también es una derrota política, porque la consigue a un altísimo costo del deterioro de la legitimidad del gobierno del Estado».