El panorama político de las cuestionadas elecciones presidenciales en Nicaragua se oscurece cuando se ve hacia atrás, el camino que allanó el régimen para desaparecer a toda la oposición política fue demoledor, obligó a miles al exilio y más de un centenar de líderes opositores están tras las rejas.
Esta situación, sumada a los efectos devastadores de la pandemia hacen que Nicaragua viva «momentos dramáticos», según el obispo de la Diócesis de Matagalpa, monseñor Rolando Álvarez Lagos.
«En nuestra Nicaragua vivimos momentos dramáticos donde usted ve enfermos, familias desintegradas por la migracion forzada, desempleo, refugiados, exiliados y privados de libertad con los que sufren sus familias y toda la sociedad», señaló en su homilía dominical este 24 de octubre.
El obispo Álvarez manifestó que ante esta situación que vive el país, los obispos de Nicaragua han recordado que «una auténtica democracia es el fruto de los valores, como respeto a la dignidad de la persona, de toda persona, el respeto a los derechos humanos, el bien común como criterio regulador de la vida política, la institucionalidad, la separación e independencia de los poderes del Estado».
El jerarca católico exhortó a los nicaragüenses a cuestionarse sobre si existen o no las «condiciones básicas e indispensables» para que se realicen unas elecciones libres, justas, transparentes y competitivas con las actuales situaciones que atraviesa el país.
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«Cada nicaragüense debe responderse y de acuerdo a su respuesta, decida y actúe, en la inviolable dignidad de su conciencia, sobre lo que es justo y conveniente en este momento para el país. Dios nos siga iluminando para seguir tomando decisiones acertadas», manifestó monseñor Álvarez.
El pasado jueves, 21 de octubre, la Iglesia emitió un comunicado, a menos de dos semanas de las elecciones generales del siete de noviembre, que la oposición democrática y parte de la comunidad internacional han tildado como «farsa» al estar controladas por el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo.
«La institucionalidad no es secundaria en un estado democrático, el cual solo es posible en un estado de derecho, en donde el ejercicio de poder está sujeto a la estricta observancia de la ley y se caracteriza por la independencia y separación de los poderes del Estado», recuerdan los obispos.
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En Nicaragua todo está listo para que el dictador se reelija por tercera vez consecutiva y segunda de la mano de su esposa, Rosario Murillo. En este camino han acaparado las decisiones de todos los poderes del Estado, dominan la Asamblea Nacional, la Corte Suprema de Justicia (CSJ) y el Consejo Supremo Electoral (CSE).