Con base en los testimonios de familiares de los 37 presos políticos electorales, quienes recibieron su segunda visita en más de 100 días de cautiverio, la opositora Unidad Nacional Azul y Blanco (Unab) denunció «el grave deterioro de la salud física y emocional» en la que se encuentran los detenidos en la Dirección de Auxilio Judicial (DAJ), conocida como «El Nuevo Chipote»
Tomando como referencia los señalamientos de torturas sicológicas, malos tratos y la desnutrición que enfrentan los reos de conciencia, la Unab hizo un llamado a la Cruz Roja Internacional a asistirlos y «salvarles la vida» a este grupo y a los más de 100 que el régimen tiene tras las rejas desde 2019.
«Reiteramos nuestro llamado al Comité Internacional de la Cruz Roja a gestionar ante el régimen orteguista que les permita ingresar a las cárceles de “El Chipote” y “La Modelo”, a verificar las condiciones de salud y tratar medicamente a cada persona presa política».
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La Unab denuncia que los presos políticos que están recluidos en la DAJ presentan un alto grado de desnutrición por la mala alimentación a la que están sometidos, «mientras a los familiares no les reciben los alimentos en ninguno de los tres tiempos de comida…».
«Alerta extrema» por las condiciones de los presos políticos
En cuanto a 13 integrantes de la Unab que están recluidos EN «El Nuevo Chipote», la agrupación política refirió que han perdido demasiado peso, presentan desnutrición severa.
«Su salud física, emocional y psicológica está muy deteriorada. Han bajado entre 20 y 35 libras de peso, situación que nos pone en alerta extrema por la salud de todos y todas las detenidas», subrayó la organización.
También aseguraron que Támara Dávila, integrante del Consejo Político de la Unab, sigue aislada en una celda que no presta las condiciones carcelarias mínimas.
Además de Dávila, el régimen tiene cautivos a Félix Maradiaga, Violeta Granera, Tamara Dávila, José Antonio Peraza, Róger Reyes, Ana Margarita Vijil, Suyen Barahona, Víctor Hugo Tinoco, Hugo Torres, Dora María Téllez, Alex Hernández, Irving Larios y Yader Parajón, todos activistas de la Unab.
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«En la Unidad Nacional tememos y alertamos por las vidas de ellas y ellos, estamos seguros que corren un riesgo inminente de daños irreversibles a su integridad física y sicológica», recalcó la Unab.
La agrupación concluyó afirmando que su demanda no es solamente para los actuales rehenes del régimen orteguista, sino también para los más de 160 presos políticos, «entre ellas algunos que llevan más de dos o tres años detenidos en las cárceles del régimen».