El dictador Daniel Ortega ordenó a la Asamblea Nacional que modifique el Presupuesto General de la República para incrementar el gasto corriente en 700 millones de córdobas para destinarlo a la compra de vacunas contra el COVID-19. La iniciativa de ley fue enviada con trámite de urgencia y el fondo inicial espera que se incremente posteriormente con fondos externos, según la propuesta enviada por el Ejecutivo.
Con este presupuesto de 700 millones de córdobas, el régimen pretende adquirir vacunas contra la COVID-19 para inmunizar a 1 millón 400 mil nicaragüenses en las jornadas que realiza el Ministerio de Salud (Minsa). El dinero será asignado de la Renta del Tesoro para reforzar la inoculación de la población nicaragüense.
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Según la iniciativa de ley, la totalidad del dinero será destinado para el «Fondo de adquisición de vacunas e insumos necesarios contra la COVID-19». La ejecución financiera de este fondo será responsabilidad del Ministerio de Hacienda y Crédito Público (MHCP) que realizará el proceso de contratación y pago de los biológicos.
El sancionado Iván Acosta, ministro de Hacienda, asegura que Nicaragua será uno de los primeros en vacunar contra el COVID-19. Foto: Artículo 66/EFE
Ortega pretende que el fondo para la compra de vacunas se logre a través de una «mayor colocación de Bonos de la República de Nicaragua y durante su ejecución del ejercicio presupuestario vigente podrá incrementarse con recursos externos».
Según los reportes semanales del Minsa, en el mes de agosto Nicaragua acumuló 1 mil 484 contagios de COVID-19 y en septiembre 2 mil 713 casos positivos. Estas cifras reflejan un incremento sostenido de los infectados desde hace dos meses, pero las autoridades siguen minimizando los efectos devastadores de la pandemia, plegándose a discurso oficial que mantienen Ortega y Murillo.
La gran mayoría de dosis con las que se inició el proceso de inmunización en Nicaragua han sido donadas, en especial, por el Gobierno de España y distribuidas por el mecanismo Covax. El régimen mantiene en secretismo el proceso de adquisición de vacunas y pese al rebrote que hay en el país de COVID-19, el Minsa solo asume un fallecido por semana producto de la pandemia.
