Alemania, por medio de su embajador en Nicaragua, Christoph Bundscherer, emitió un comunicado titulado «Unidad, justicia, libertad» en el que expresan que observan «con preocupación los actuales acontecimientos políticos en Nicaragua», especialmente por las eventuales elecciones realizadas por el régimen de Daniel Ortega en el que no existen garantías democráticas.
«Los alemanes observamos con preocupación los actuales acontecimientos políticos en Nicaragua porque tenemos ideas diferentes sobre el Estado de derecho y el respeto de los derechos humanos», destaca el comunicado.
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Agregó que «junto a nuestros socios europeos, también nos pronunciamos claramente al respecto». El embajador aclaró en el comunicado posteado a través de las redes sociales que «no es nuestra tarea interferir con propuestas concretas. No lo hemos hecho y no lo haremos en el futuro. Cada nación debe encontrar su propio camino; las soluciones no pueden venir de fuera».
El funcionario alemán se refirió a las elecciones en Nicaragua por medio de un video publicado el 26 de septiembre, asegurando que Daniel Ortega «no puede prohibir a candidatos o partidos políticos y todavía menos echar preso a un aspirante presidencial». La situación de Nicaragua rumbo a las elecciones es bajo un clima de encarcelamientos, asedio e inhibiciones por parte del régimen.
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En agosto, la Unión Europea (UE) sancionó a ocho funcionarios de Ortega. Entre la lista figuraban la vicemandataria Rosario Murillo y su hijo Juan Carlos Ortega Murillo. Los países europeos se han mantenido vigilantes ante los acontecimientos políticos en Nicaragua, demandando elecciones justas, liberación de los presos políticos, libertad de prensa y el cese a la violación de los derechos humanos.
Destacan cooperación
El embajador resaltó que las relaciones entre Alemania y Nicaragua «han sido estrechas desde hace mucho tiempo», que desde el cambio político en 1990, cuando la expresidenta Violeta Barrios de Chamorro estaba en el poder, el país europeo «ha apoyado a Nicaragua en el desarrollo».
En el escrito destacan los más de 1,600 millones de euros invertidos en vacunas para Nicaragua, posicionándose como el segundo mayor donante del mecanismo Covax por medio de la Unión Europea, proporcionando inyectables a los países que necesitan de estas pues no pueden acceder al mercado de los inoculantes.