El dictador Daniel Ortega aprovechó este jueves el acto del 42 aniversario del Ejército de Nicaragua para reconocer que la pandemia del Covid-19 sigue cobrando vidas en el país y en el mundo, y atacó a las grandes potencias de hacer “negocios” con esta emergencia sanitaria, cuando su mismo régimen cobra 150 dólares por la realización de la prueba Covid.
“Los ricos del planeta piensan en hacerse cada vez más ricos, haciendo negocio con la pandemia, claro que hacen negocio y acumulan más riquezas ante la tragedia. Hace falta ese espíritu solidario y cristiano”, expresó Ortega, quien hasta ahora no ha sido beligerante sobre el manejo de la pandemia, y mantenido el secretismo sobre el impacto del Covid-19 en el país.
“El virus que anda llevando dolor y muerte en todo el planeta, que provoca millones de víctimas porque fallecieron (…)”, dijo el dictador, mencionando la muerte del hijo de la ministra de defensa, Rosa Adelina Barahona a causa del virus.
En contraste con las declaraciones del dictador, el secretario general del Ministerio de Salud (Minsa), Carlos Sáenz, negó que en Nicaragua exista un rebrote de contagios por Covid-19 y aseguró que esta enfermedad es como “cualquier otro virus respiratorio”, minimizando de esta manera la pandemia.
El dictador reprochó que los países desarrollados destinan recursos para armamentos y “programas de muertes” pero no para cubrir la demanda médica de sus propias naciones o de los países en desarrollo, como Nicaragua. “No hay disposición de volcar recursos”, en alusión a la falta de vacunas contra el Covid-19.
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Pese a los millonarios préstamos que ha recibido el régimen de las multilaterales para contener la pandemia en el país, Ortega no ha llevado a cabo grandes proyectos o campañas que ayuden a combatir y controlar la transmisión del virus.
Nicaragua ha recibido donación de dosis anticovid de España, Noruega y Rusia, las cuales han sido para mantener el proceso de vacunación contra el Covid-19.
Durante el acto, el mandatario se hizo acompañar de la vicepresidenta designada, Rosario Murillo, —quien extrañamente no acompañó al dictador en su última comparecencia el 23 de agosto—, como también el general Julio César Avilés, jefe del Ejército, Gustavo Porras, presidente de la Asamblea Nacional, Francisco Díaz, jefe de la Policía y otros funcionarios ligados al régimen.
Arremete, otra vez, contra Estados Unidos
Como es costumbre en cada intervención de Ortega, el mandatario despotricó contra Estados Unidos acusándolo de financiar el terrorismo en el mundo, y defendió y celebró la toma de Afganistán por los talibanes.
El dictador manifestó que el país estadounidense “se ganará el respeto de los pueblos” cuando dejen de intervenir a otros países. “Respeten a los pueblos, no invadan a los pueblos, entonces Estados Unidos se ganará el respeto de todos los pueblos”, manifestó Ortega, aduciendo que es la petición que hace Dios.
“Estados unidos ha estado detrás de los más grandes actos de terrorismo que se han dado en los tiempos”, agregó Ortega.
Avilés calla sobre masacre indígena
El comandante en jefe del Ejército de Nicaragua, Julio César Avilés, enfatizó por su parte que esa entidad está “firme y cohesionada” para defender la nación y garantizar la independencia y soberanía.
“Todos tenemos un compromiso supremo (…) Nada ni nadie nos va a descarrilar de nuestra misión… por eso decimos que defendemos la patria con cohesión”, dijo el general Avilés, aliado del régimen de Ortega, y por el cual fue sancionado por Estados Unidos.
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Avilés, quien centró su discurso en la soberanía, independencia y seguridad de la nación— además de compartir las múltiples acciones que ha desarrollado el Ejército— no se refirió en ningún momento a la brutal masacre ocurrida en el territorio mayangna Sauni As, en el Caribe Norte del país, donde colonos asesinaron al menos a 13 indígenas.
“Nicaragua es el país más seguro de la región”, fue una de las primeras frases de Avilés, quien continuó con su discurso sobre el servicio que realiza la institución, entre ellas, garantizar la “Seguridad en el campo”.
“La seguridad es fundamental para el desarrollo del país”, declaró Avilés.