Las autoridades de Migración y Extranjería impidieron la salida de Nicaragua del periodista Mauricio Madrigal, jefe de prensa del noticiero Acción 10 del grupo de medios Radio Televisión de Nicaragua S, A. (RATENSA). El comunicador abordaría un vuelo en el Aeropuerto Internacional de Managua Augusto C. Sandino con destino a Miami, Estados Unidos con fines laborales.
El periodista explicó al portal Despacho 505 que los agentes de Migración, en la terminal, aérea no le explicaron los motivos de esta decisión, le pidieron su pasaporte y no le fue devuelto. «Me retuvieron el pasaporte. Me dijeron que no podía salir del país sin ninguna explicación. El pasaporte quedó en manos de la guardia», dijo al medio digital.
El noticiero que dirige se ha destacado en la cobertura de la crisis sociopolítica desde abril 2018, pasó de ser un informativo de noticia roja a brindar información sobre la realidad nacional en un contexto de represión estatal contra la ciudadanía.
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El periodista fue citado a una entrevista en el Ministerio Público en el caso de lavado de dinero contra la aspirante presidencial Cristiana Chamorro y la extinta Fundación Violeta Barrios de Chamorro (FVBCH).
En la cita fue interrogado durante más de una hora sobre el contenido periodístico de Canal 10, al tiempo que le recordaron las «leyes vigentes que riñen ahorita con el ejercicio periodístico», en referencia a la Ley de Ciberderlitos. «Se debe respetar la integridad de las personas; el ejercicio periodístico debe ser libre», afirmó Madrigal cuando recibió la citatoria de la Fiscalía.
Esta misma situación que vivió Madrigal se repitió con el periodista Julio López de Onda Local cuando intentó salir de Nicaragua de forma legal por la frontera terrestre. A López también le retuvieron su pasaporte y decidió huir del país por puntos ciegos. Se fue al exilio.
Esta nueva modalidad represiva de la dictadura ha sido implantada en el aeropuerto de Managua, donde, según fuentes no oficiales, la orden es marcar con «un asterisco» los nombres de periodistas, opositores y defensores de derechos humanos en una lista que tienen los agentes de Migración para ficharlos antes de llegar a la fila y finalmente bloquear su salida y retenerles el documento oficial de viaje.