Los congresistas estadounidenses Albio Sires y Mark Green enviaron una carta a la presidenta y directora del Fondo Monetario Internacional (FMI) Kristalina Georgieva para que comparezca ante el Comité de Relaciones Exteriores del Congreso, en el que pondrán en discusión los mecanismos que sirvan para evitar más financiamiento al régimen Ortega-Murillo.
La misiva fue enviada este viernes, 24 de septiembre. En la comunicación señalan lo preocupados que se encuentran al enterarse que la entidad financiera internacional suministró 353 millones de dólares al régimen sandinista.
Los representantes norteamericanos aseguran que Ortega «preside una dictadura de partido único que se vuelve cada vez más represiva» y no rinde cuentas a los ciudadanos del dinero adquirido.
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«Estamos profundamente preocupados por la reciente decisión del Fondo Monetario Internacional de desembolsar 353.5 millones de dólares a Nicaragua bajo el mecanismo especial de derechos de giro. Si bien apoyamos el uso de este mecanismo para ayudar a los gobiernos democráticos que rinden cuentas a sus ciudadanos mientras se recuperan de la pandemia de Covid-19, Daniel Ortega preside una dictadura de partido único que se vuelve cada vez más represiva», destaca el documento.
El FMI hizo públicas las razones del préstamo asegurando que el dinero sería utilizado, supuestamente, para «abordar la necesidad global de reservas a largo plazo» y ayudar «a los países vulnerables que luchan por hacer frente al impacto de la crisis del COVID-19».
Por su parte los congresistas destacan en la carta que «desafortunadamente, la evidencia sugiere que el régimen de Ortega no usará estos fondos para el propósito previsto. Cuando comenzó la pandemia, Ortega desapareció de la vista del público durante más de un mes. Su gobierno nunca cerró negocios ni emitió órdenes de quedarse en casa… También tomó medidas extraordinarias para desinflar el número de muertos, clasificando erróneamente las muertes por COVID y ordenando entierros secretos a medianoche. Los médicos y enfermeras que hablaron sobre la respuesta del régimen fueron despedidos».
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Albio Sires y Mark Green denuncian que estas acciones de parte de la comunidad internacional para favorecer a Ortega, parece ser que tienen «la intención de normalizar y legitimar su brutal represión de los derechos humanos, incluida la detención por parte de su régimen de más de treinta figuras de la oposición y la sociedad civil en los últimos cuatro meses, que se suman a más de 150 presos políticos encarcelados ilegalmente en Nicaragua».
Por último, recomiendan la implementación de medidas anticorrupción, transparencia y rendición de cuentas de parte de la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo. Piden al FMI adopte una política formal que prohíba los préstamos al régimen de Nicaragua hasta que se celebren elecciones libres y justas y organizaciones independientes documenten la mejora de las condiciones de los derechos humanos.