Los primeros extranjeros y migrantes que viven en Costa Rica, acudieron este viernes a los centros de vacunación ahora con horario nocturno, luego que el presidente, Carlos Alvarado, hiciera un llamado a toda persona mayor de 18 años que no estuviese asegurada o que no contara con un estatus legal en el país a vacunarse.
“Aquellas personas que trabajan y no necesariamente tienen un patrón o que no necesariamente están aseguradas tienen el derecho a acercarse”, indicó el mandatario costarricense.
La medida, según Alvarado, se toma por la bonanza en las dosis de vacunas anti covid que ha comprado el país y las que se le han otorgado por medio de donaciones, la que se espera frene el actual pico de contagios de coronavirus que enfrenta la nación centroamericana.
“Igual las personas migrantes, con su documento si tiene de refugio, lo que documente su residencia, o su pasaporte (…) tienen que acercarse”, añadió el mandatario.
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Al mismo tiempo, Alvarado, anunció la extensión de la atención en horarios nocturnos y fines de semana para todos aquellos que aún no han recibido la dosis del inoculante.
“Próximamente se estará anunciando más ampliaciones de horarios para las personas que trabajan; la caja ha estado vacunando los fines de semana y estarán ampliando más la vacunación y, en esta semana, se darán a conocer horarios nocturnos para las personas que trabajan”, destacó el presidente de Costa Rica.
En julio, Alvarado indicó que tener acceso a una vacuna es un derecho humano y por tanto no se le debe negar a nadie independientemente de su condición.
El 29 % de la población total del país ya ha recibido dos dosis de la vacuna contra la covid-19, luego de que la semana pasada se colocaran 302.105 dosis.
Los últimos datos publicados por la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS) indican que, en este país de 5,1 millones de habitantes, 1,5 millones de personas ya tienen las dos dosis, lo que equivale a un 29 %.
En total, las autoridades costarricenses han aplicado 4.580.610 dosis, de las cuales 3.071.596 son primeras, es decir, el 60 % de la población del país cuenta al menos con una dosis.