El Ministerio Público y el Poder Judicial, ambas instituciones al servicio de la dictadura Ortega-Murillo, determinaron acusar y encarcelar a Kevin Emilio Castillo Prado. El domingo cinco de septiembre, antes de las 48 horas después de la detención, presentaron acusación por supuesta tenencia de drogas contra el opositor de León, a quien, según denuncian familiares del arrestado, la Policía le «plantó» droga para incriminarlo y llevarlo a la cárcel por ser un activo crítico de las acciones que emprende el régimen de Nicaragua.
Karina Navarro, esposa de Castillo, dijo a Artículo 66 que la tarde del domingo recibió una llamada de un número desconocido y le habló una mujer que se identificó como la abogada María Miranda, quien le notificó que ella había sido nombrada defensora pública de Kevin e inmediatamente le informó que el opositor había sido llevado a audiencia preliminar donde le dictaron cárcel.
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«Buenos días Karina, le comunico que hoy se realizó audiencia de Kevin. Quedó privado de libertad y me dijo que si por favor le pueden llevar ropa. Para mejor información acudir a la defensoría pública», le dijo la abogada a través de mensajes de WhatsApp a Karina Navarro.
Lo esposa se mostró sorprendida por la velocidad con que están llevando el proceso, hasta ya le dijeron que el próximo miércoles, ocho de septiembre; Castillo Prado sería conducido a las cárceles del Sistema Penitenciario de Chinandega.
«Van rápido, todo lo están haciendo rapidísimo, ni siquiera dan tiempo de procesar los primeros hechos cuando salen con otra acción. No le pude nombrar abogado para la primera audiencia, ni siquiera nos notificaron que lo llevarían al juez», señaló.
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Explicó que está haciendo la denuncia del caso de su marido a través del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (CENIDH) y también busca contacto con la Unión de Presas Presos Políticos de Nicaragua.
Kevin Castillo fue capturado por la Policía el viernes, tres de septiembre, cuando cuatro agentes policiales, dos vestidos de civil y dos en uniforme, se presentaron a la vivienda del joven y ejecutaron un allanamiento en el que, supuestamente, encontraron 30 piedras de crack y medio óvulo de marihuana.
«Él estaba sentado con un sobrinito de nueve años en la acera de la casa. La Policía se apareció de pronto, mostraron una hoja que supuestamente era la orden de allanamiento que, según dijeron, era para buscar morteros, pero nunca dejaron leerla. Entraron a la casa con lujo de violencia», dijo la esposa del capturado.
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«Cuando entraron, el sobrinito de nueve años entró detrás de los policías y logró ver que un policía abrió un ropero de color verde y lanzó a su interior una bolsita que el niño dijo que eran pastillas. Cuando los policías vieron que el niño había visto lo que estaban haciendo lo sacaron por la fuerza. Al poco rato empezaron a decir que en ese ropero habían encontrado la droga», agregó Navarro al narrar el momento en que los agentes policiales, según su versión, habrían plantado la sustancia prohibida en la vivienda de la familia opositora para incriminar a Kevin.