Después de 10 días de desaparición forzosa, familiares del preso político José Alejandro Quintanilla Hernández, conocido como Alex Hernández, pudieron verlo en una visita de 30 minutos en la Dirección de Auxilio Judicial (DAJ), conocida como «El Nuevo Chipote». El miembro del Consejo Político de la Unidad Nacional Azul y Blanco (UNAB) fue detenido arbitrariamente el lunes, 23 de agosto, en las cercanías de Los Robles en Managua.
Hernández relató a su hermano que fue detenido cuando iba entrando a una comidería del sector donde habitaba. En ese momento, una patrulla policial lo retuvo y los oficiales, sin mediar palabras, lo arrestaron y «tiraron como chancho» a la tina de la patrulla con violencia y ahora presenta dolores en uno de sus hombros. Uriel Quintanilla Hernández, hermano de Alex, fue quien asistió a la visita el miércoles, primero de septiembre y contó a Artículo 66 la situación que padece el opositor, que «casi diario» es sometido a interrogatorios.
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«Él (Alex) desde el lunes fue detenido por la Policía en el sector de Los Robles donde él estaba habitando. Posteriormente, el martes llegaron a allanar la casita donde estaba viviendo y desde ese día no tuvimos más información de él. Yo me presenté al Chipote dos o tres veces y me negaron que estaba ahí, fue hasta el día jueves que metí (presenté) un recurso de exhibición personal fue que se me confirmó, porque me le dejaron pasar agua, asumo que estaba ahí desde el momento que le dejaron pasar agua.
Pero fue hasta el día de ayer (miércoles), después de 10 días de su detención, que me dieron visita porque sé que las demás personas se volaron (pasaron) hasta 80, 90 días presas sin visita, pero llegando Alex sucedieron cosas como esas (las otras visitas)», dijo Quintanilla a Artículo 66.
Una semana después de su detención, según reveló Quintanilla, su hermano fue puesto a la orden del juez por supuestamente violar la Ley 1055, Ley de Soberanía y el primero de septiembre, se presentó a Ordice para nominar al abogado Arnulfo López como defensor del preso político Alex Hernández. Dicha ley es la misma que el Ministerio Público usa para acusar a una treintena de opositores que ha detenido desde finales de mayo, cuando emprendió una cacería contra los liderazgos azul y blanco.
«El asunto de esto es que yo miro que mi hermano no aparece en la lista de los presos políticos, refiriéndome que él anda en este movimiento, anda con toda esta gente y deseo como familiar que no pase invisible y que no vaya a quedar preso ahí cuando salgan los otros.
Como familiar yo siento que no estoy haciendo nada que sea un delito, aquí y en el mundo entero todo familiar, hermano de un preso, sea culpable o no, el familiar tiene derecho a buscar a su familiar y procurar que tenga los derechos básicos, los derechos humanos, que sea reconocido, que la gente sepa que está ahí. Si por eso a los familiares nos va a echar preso pues nos vamos a entregar solitos, porque yo pienso que ya basta de temor por cosas que no deberías de temer», enfatizó.
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El hermano de Alex pudo constatar que «está relativamente bien», pero aseguró que está injustamente preso. «Deseo que sea tratado lo más humanamente posible dado el contexto en el que estamos, en el que sabemos que es muy poco lo que pueden hacer las asociaciones y es muy poco lo que podemos hacer casi todos. En realidad es una indefensión total, en el aspecto de que ningún organismo puede ir a tocarle la puerta o golpearle la mesa a alguien para que lo presenten, ese es un problema serio. El hombre (Alex Hernández) está ahí y lo queremos sano y vivo», resaltó.
Alex Hernández es un destacado dirigente del municipio de Catarina, departamento de Masaya. En el inicio de las protestas coordinó acciones pacíficas como lanzar globos azul y blanco y manifestarse desde la Iglesia Santa Catalina de Alejandría.
Quintanilla manifestó que los interrogatorios son a diario y que el régimen está paranoico porque piensan «que todo mundo está metido en complot» contra ellos y lo que la población «no quiere su forma de gobernar y quisiera cambiara». «Quizá uno a veces no toma las mejores decisiones o no sabe cómo hacerle frente, pero si le hacen preguntas casi diario, casi diario es eso», finalizó
Hernández es el opositor número 35 detenido desde finales de mayo y el número 11 que es miembro de la UNAB, uno de los grupos opositores al régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo.