La vocera gubernamental Rosario Murillo aseguró que en Nicaragua la soberanía «se escribe con letra grande y no con tinta» y que quienes «juegan» con la palabra soberanía de manera «diabólica» se exhiben y autodestruyen, en alusión a monseñor Rolando Álvarez, obispo de la Diócesis de Matagalpa, que ayer envió un fuerte mensaje a la pareja presidencial al asegurar que «los poderosos de este mundo» llegan a sentirse «dueños de nuestra vida, pretenden que pensemos y actuemos como ellos y todo lo que disiente de tal postura, es para ellos una lesión a la soberanía de la que ellos se han constituido jueces y dueños».
El obispo de Matagalpa manifestó que la Iglesia no está para «satisfacer los caprichos de nadie», que la Iglesia solamente está para defender al pueblo porque «la Iglesia es el pueblo».
«Defender esa soberanía que nos ha costado tanto, esa no la discutimos, nada más la defendemos. Que nos quede claro a todos en general y a los de afuera en particular, esta nuestra soberanía no la discutimos. Y a los que juegan con la palabra soberanía de manera diabólica les decimos no la discutimos, no la respondemos, porque sencillamente se exhiben ellos y se autodestruyen aquellos que irrespetan la soberanía de un pueblo que ha dado tanto porque aquí ya no queremos injerencia extranjera», dijo Murillo.
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«Nunca va a ser lo mismo que hable un nica, pero un nica que actúe como nica; no como extranjero. Afuera que digan lo que quieran, pero en esta tierra nica que respeten nuestra soberanía, nuestra bandera, nuestros símbolos, nuestro honor, nuestro decoro y nuestra gloria. Aquí defendemos lo bueno, los valores, la vida de las familias, el sentido de familia y comunidad lo defendemos con amor y defendemos la vida que para nosotros representa la luz, la verdad verdadera», agregó la segunda de Daniel Ortega.
El obispo de Matagalpa dijo que los poderosos de este mundo no quieren escuchar la verdad de Dios y que pretenden «sustituirlo colocándose en su lugar, tomándose las prerrogativas y derechos» que solo le corresponden a Dios como el derecho a la vida… Pretenden hablar en nombre de Dios y hasta hacerse su propia seudorreligión. Pretenden ser el centro del mundo, se han creído sus propias verdades como las grandes verdades y peor aún, como verdad absoluta».
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Por su parte, el obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Managua, monseñor Silvio José Báez, dijo este domingo, 22 de agosto, que la Iglesia sabe que «no es sano» disimular las dificultades, negar las crisis u ocultar artificialmente los problemas porque esto se vuelve más «complejo y difícil de manejar». «La Iglesia evangeliza con los ojos abiertos a la realidad, pero con el corazón fortalecido por la luz y el consuelo de Dios», refirió el jerarca católico en su homilía este domingo 22 de agosto desde su exilio en Miami.
Monseñor Báez manifestó que la Iglesia sufre ataques, calumnias y abandono porque son fieles a la verdad del evangelio y defienden la dignidad humana, denuncian las injusticias; ello les hace blanco de amenazas y persecución de parte de los poderosos de turno, en Nicaragua por el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo.