El Departamento de Estado de Estados Unidos denunció que el arresto domiciliar, impuesto al comentarista político Jaime Arellano es parte de la «campaña implacable» del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo para «sofocar» a todos los medios independientes de Nicaragua que informan sobre la grave crisis sociopolítica que vive el país desde hace más de tres años.
En 2018 la dictadura ordenó reprimir las protestas sociales a sangre y fuego, organismos internacionales contabilizan más de 320 personas asesinadas y señalaron a la dictadura orteguista de haber cometido crímenes de lesa humanidad contra el pueblo nicaragüense que se manifestó en contra de la tardía respuesta del Estado en el incendio de la Reserva Biológica Indio Maíz y luego por las reformas fallidas a la seguridad social.
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Arellano, según el Estado norteamericano, es descrito como «esposo, padre, amigo, patriota» por «algunos compañeros nicaragüenses». «La Policía arrestó a Arellano, crítico del régimen desde hace mucho tiempo, luego de que comentara un discurso de Ortega», señala. Desde el 24 de julio Arellano permanece en su vivienda bajo arresto domiciliar.
El comentarista político es señalado de violar la ley 1055 «Ley Soberana» por supuestamente «socavar la soberanía de Nicaragua» y por «incitar a la injerencia extranjera en los asuntos internos y pedir intervenciones militares», informó la Policía en una nota de prensa. Al igual que al resto de opositores que han sido encarcelados bajo la misma ley, Arellano está secuestrado y se le impuso un plazo de 90 días de «investigación».
Como parte de la campaña #PresosPorQué, Estados Unidos resalta los casos de los presos políticos detenidos en los últimos tres meses, tiempo en el que la dictadura mandó a encarcelar a más de 30 opositores, los rostros más representativos de la oposición, entre ellos candidatos presidenciales, periodistas, defensores de derechos humanos, líderes estudiantiles y del Movimiento Campesino.
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Diversos organismos que defienden la libertad de prensa en la región han elevado su voz e hicieron un llamado a la comunidad internacional para que unan esfuerzos y condenen públicamente al régimen de Daniel Ortega por las violaciones a la libertad de expresión, la prensa libre y que exhorten a la dictadura a restablecer las condiciones mínimas para unas elecciones libres, justas y transparentes en el país.
Desde abril del 2018, el régimen ha gestado una brutal embestida contra la prensa independiente, confiscó medios de comunicación nacionales y locales; arrebató la frecuencia de 100% Noticias; encarceló periodistas; un periodista murió en la cobertura de las protestas sociales en Bluefields; obligó el cierre de El Nuevo Diario, Metro y QHubo; mantiene un embargo aduanero de la materia prima de La Prensa y mantiene tomadas las instalaciones de este rotativo; ha citado a decenas de periodistas en la investigación por supuesto lavado de dinero, bienes y activos y más de un centenar de comunicadores han salido del país por temor a represalias y para proteger su integridad física y libertad.
No hay tales medios independientes, es una vil mentira que ni los protagonistas se la creen. En todo país del mundo el delincuente va preso, procesado y condenado. En estado Unidos están presos todos los delincuentes que asaltaron el congreso, ningún medio de los llamados independientes dice algo, saben que desaparecen en segundos, la delincuencia tiene diferentes máscaras, actúan como religiosos, narcos, ong, políticos, curas o como obispos, todos responden a diferentes intereses de los grupos de poder, nadie es independiente