Este 16 de julio de 2021, arribó a el Aeropuerto Internacional Augusto C. Sandino un nuevo lote de vacunas Sputnik V, procedente de la Federación de Rusia. Esta vez no especificaron la cantidad de dosis obtenidas en este nuevo lote que fue recibido por autoridades del Ministerio de Salud (Minsa).
«Para nosotros es muy importante porque esto viene a fortalecer nuestro plan de vacunación, específicamente el desarrollo de la jornada voluntaria de vacunación contra la COVID-19», expresó a los medios oficialistas la ministra de Salud, Martha Reyes.
Añadió que «es clave, porque dentro del plan de contención de esta enfermedad, las vacunas juegan un rol muy importante y se ha venido cumpliendo con el plan de introducción de vacunación protegiendo a los grupos más vulnerables». Rosario Murillo, vocera gubernamental, ha dicho que esperan alcanzar el 70 % de inmunización en el país, una cifra que para algunas organizaciones de salud y médicos independientes está muy alejado de la realidad.
Noticia relacionada: Nuevo lote de 120 mil vacunas de Sputnik V vendrá a completar la segunda dosis «pendiente» en Nicaragua
La primera jornada de vacunación empezó por los grupos de «riesgo clave» como los pacientes con enfermedades cardiópatas y renales, seguido de personas con cáncer y enfermedades crónicas y mayores de 60 años. Actualmente, las dosis se administran a mayores de 50 años.
Médicos independientes aseguran que el ritmo de vacunación es lento en comparación con otros países y critican que no se ha priorizado al personal sanitario, que está atendiendo en primera línea los casos provocados por la pandemia.

El hermetismo en Nicaragua sobre el manejo del coronavirus ha sido cuestionado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS), que han alertado sobre los datos que maneja el Minsa. Por su parte, algunos profesionales en la salud han sido víctimas de acoso por parte del régimen, que los acusa de dar «falsas cifras» para generar caos.
Noticia relacionada: Pobladores «enardecidos» arrebatan a funcionarios del Minsa el cadáver de un posible caso de COVID
Recientemente, la Unidad Médica Nicaragüense cerró sus puertas debido a amenazas a quienes se presentaban al consultorio e incluso a los trabajadores de la salud que eran parte del mecanismo, en el lugar se atendía a personas que no lograban ser atendidas en los hospitales y centros de salud.
El Observatorio Ciudadano en su último informe presentó un total de 19.225 muertes acumuladas por COVID-19 y el Minsa ha elevado sus cifras de contagios de manera gradual, pero sin reconocer más muertes manteniendo un fallecido por semana. El régimen de Ortega, por su parte, continúa haciendo llamados a las aglomeraciones y concentraciones que en este mes de julio realiza su militancia desde ciertas zonas del país.
Anteriormente, el dos de julio, llegó a Nicaragua el tercer lote de vacunas Sputnik V contra el COVID-19 contratadas con el Fondo Ruso de Inversión Directa (RDIF), compuesto por cien mil dosis que serían aplicadas de «inmediato». Con esta entrega, el país habría recibido 631 mil vacunas contra el virus, incluyendo donaciones. El acuerdo con Rusia es la adquisición de 1.9 millones de dosis, pero el régimen se guarda los datos de cuánto representa ese desembolso.
El Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) aprobó en abril un préstamo de 100 millones de dólares para Nicaragua destinado a la compra de 6.86 millones de dosis de inyectables. La cantidad debería garantizar vacunas para más del 50 por ciento de la población nicaragüense.