La vocera del régimen de Daniel Ortega, Rosario Murillo, confirmó este viernes, once de junio, que la persecución penal en contra de los opositores fue una estrategia planificada y esperada «pacientemente» para su ejecución.
«Hemos esperado pacientemente por justicia, con prudencia, con sabiduría y serenidad, y la hora llega y se hace justicia», dijo Murillo, en referencia al arresto de cuatro aspirantes a la Presidencia de Nicaragua y dirigentes de la oposición, llevado a cabo a menos de seis meses de las elecciones generales.
Después de las primeras declaraciones, mencionó a modo de justificación que «la justicia no es política». Según la vicemandataria, ese era un «reclamo a los ciudadanos que no cumplen con las leyes que protegen al pueblo, a las familias».
Advirtió alegremente y de forma somera que «lo bueno de todo esto es que vamos sumando voluntades y compromisos para que la justicia sea en el rostro, en la moneda, la otra cara, del amor».
«Pedir que agredan a la patria donde uno nació, en deslealtad… de verdad hay una falta de autoestima, de vergüenza en quienes van a pedir, desacreditando y pidiendo agresiones para una patria y pueblo bueno», añadió, en referencia a los líderes de la oposición que están siendo procesados por supuestamente violar la Ley 1055, normativa impulsada por Ortega para encarcelar a quienes han pedido sanciones a su régimen.
«¡En cuánto vendieron los carnés! En aquel tiempo cuando el carné que se portaba era motivo, razón para sentir el orgullo de pertenecer a un proyecto de patria. Ahora nosotros preguntamos en cuánto se vende el suelo patrio, la pertenencia a un pueblo bueno», cuestionó Murillo, en aparante muestra de un rencor contra quienes decidieron dejar las filas de su partido que, desde los 80, se inclinaba al autoritarismo.
Continuó burlándose, diciendo «se ve con claridad a quiénes sirven, a quiénes han servido aquellos que se proclaman con vozarrones que se disipan como el perfume de mucho tiempo que se guarda, se disipa; vozarrones que se disipan cuando están esas voces y esas gargantas frente a la justicia».
A los detenidos los señaló de hacer uso de «dinero mal habido, dinero ensangrentado» y de ser «lacayos, serviles, súbditos que se venden por unos centavos más» a Estados Unidos.
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En alusión particular a la aspirante presidencial Cristiana Chamorro Barrios, a quien se le acusa de supuesto lavado de dinero a través de la cerrada Fundación Violeta Barrios de Chamorro (FVBCh), Murillo declaró «agarran la moneda con pretextos de que van a hacer cursos, capacitaciones, como que van a fortalecer capacidades de asociaciones, de trabajadores, de campesinos y se los embolsan, y se los embuchan y después quieren proclamarse santos… ¿qué santidad hay ahí? en esas conductas ilícitas de los que han acaparado recursos que vienen ya manchados de sangre y enriquecido sus cuentas personales con argumentos falsos: “¡Ah! que yo le ayudaba a fulano, ¡ah! que yo le entregaba a sultano ¡ah! que eso servía para apoyar tales o cuales proyectos” ¡Mentira! eso servía para ellos, dinero maldito, además malversado, recibido ilegalmente… y bueno, ahí está clarito clarito,a quiénes servían».
El régimen de Daniel Ortega también decidió reforzar la persecución política al acusar de supuestos actos ilícitos a algunos precandidatos presidenciales, además de señalarlos de violentar la llamada Ley del Pueblo y Soberanía (Ley 1055). Con ese objetivo, el precandidato Juan Sebastián Chamorro es también señalado de supuestos actos ilícitos a través de Funides; mientras a Félix Maradiaga se le atañe el mismo señalamiento a través de la Fundación Libertad.
Ambos aspirantes presidenciales junto al precandidato Arturo Cruz permanecerán detenidos hasta por tres meses, a solicitud del régimen de Daniel Ortega, mientras se desarrolla el proceso electoral.
No se preocupe Vice presidenta Rosario Murillo Zambrana, nosotros tendremos paciencoa tambien, pq del largo brazo de la ley y la justicia no se escapa nadie. Tendra tiempo para recordar como se hacen poemas y se desarrollan escritos. pongale sello