«Yo estoy dispuesto a aclarar todo lo que me pregunten. No tengo nada qué esconder, tengo mi frente en alto, y me siento muy orgulloso del periodista en el que me he convertido», dijo de manera tajante el periodista de investigación Octavio Enríquez al salir de las oficinas del Ministerio Público, donde fue citado en calidad de testigo en el caso de persecución penal contra Cristiana Chamorro, aspirante a la Presidencia de la República.
Enríquez se presentó este jueves, tres de mayo, junto a su abogado Roberto Funes, para ser interrogado sobre la relación profesional que tuvo con la FVBCh. De modo soberbio y con cheques en mano, el fiscal lo cuestionó sobre cuál era su rol con la Fundación y quién le pagaba los cheques por servicios profesionales, a lo que Enríquez contestó que él ofreció sus servicios profesionales para capacitar a periodistas, lo que aparentemente no fue del gusto del fiscal.
«Yo capacitaba periodistas, capacitar no es un delito», sostuvo Enríquez ante los medios de comunicación que se encontraban en las afueras del Ministerio. Los citados insisten que la Fiscalía no les proporciona copia de la declaración que les hacen firmar.
Desde que Chamorro anunció sus aspiraciones presidenciales fue atacada con descalificaciones por parte de la vocera del régimen, vicemandataria Rosario Murillo. A mediados de mayo, fue señalada de cometer lavado de dinero desde la cerrada Fundación Violeta Barrios de Chamorro (FVBCh), al cual dirigía. Cristiana fue acusada junto a extrabajadores contables de la fundación, Walter Gómez y Marco Fletes, quienes están encarcelados por «proceso investigativo».
A partir de entonces, la Fiscalía ha hecho desfilar a más de una veintena de periodistas, directores de medios de comunicación, fotorreporteros, consultores y escritores, a quienes, según las citatorias, los llamaron en calidad de «testigos» por haber estado vinculados profesionalmente con la fundación.
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«Es un desfile sin sentido de personas a lo largo de días. Uno no acaba de entender todavía (la acusación). El concepto primordial de lavado de dinero (es cuando) se lava dinero sucio. El origen de la fuente por el que están investigando a la Fundación no es dinero sucio es cooperación; me parece una entrevista, no le encuentro lógica a esa acusación», manifestó Enríquez, periodista del medio de comunicación Confidencial.
El ganador del Premio Internacional de Periodismo Rey de España señaló que las citatorias a periodistas son un intento del régimen por callar a la prensa independiente. «Yo estoy comprometido con la población y no voy a callar. Yo voy a seguir haciendo mi trabajo. Estoy convencido que en el periodismo nicaragüense hay una semilla y una de servicio público que es lo que caracteriza al periodismo. Si nosotros estuviéramos del lado del poder, nada de esto estaría ocurriendo, es un desfile para estigmatizarnos, es un desfile para amedrentarnos. Pues tengo una mala noticia: No lo van a lograr».
Añadió que todo «es un acto horrible»,que refleja al régimen tal cual es. «Es (Daniel) Ortega y (Rosario) Murillo los que quedan reflejados en esos actos de terror, de mandar a capturar a la gente delante de sus hijos, los fines de semana, es una cosa espantosa. Yo creo que la honorabilidad de esta gente prueba por sí sola que todo esto que están actuando es una total ridiculez», añadió en referencia al «secuestro» de los exdirectivos de la Fundación.
«Me hubiera gustado encontrar una Fiscalía así de solícita para investigar los casos que hemos documentado a lo largo de años», dijo el periodista galardonado.
«Cuando la oscuridad es más grande es porque está pronto a salir el sol. No desfallezcamos, sigamos haciendo nuestro trabajo, que nos toque escribir la caída de esta dictadura», fue el mensaje final a la prensa nicaragüense.
Octavio Enríquez es periodista en Confidencial y editor en la plataforma latinoamericana Connectas. Ha colaborado para medios destacados de España, México y El Salvador. Su carrera comenzó en 2000, cuando todavía era estudiante. Ganador del Premio Ortega y Gasset para Periodismo Impreso, que reconoció su coraje e investigación sobre el enriquecimiento encubierto del exministro Tomás Borge publicado en el periódico La Prensa.
Fue el ganador del Premio Internacional de Periodismo Rey de España, en la categoría de Periodismo Ambiental y Desarrollo Sostenible por un trabajo periodístico realizado sobre la Mafia en la Industria de la Madera. También recibió el premio a la excelencia de la Asociación Interamericana de Prensa por una serie de análisis que retrataron la reforma legislativa que permitió a Daniel Ortega cambiar la Constitución para ser reelegido indefinidamente.