El movimiento político Unamos tildó de «sicariato» y «fábrica de acusaciones falsas» a la Fiscalía de Nicaragua, subordinada el dictador Daniel Ortega, que está investigando y acusando por supuesto lavado de dinero y otros activos a la precandidata presidencial Cristiana Chamorro y a la Fundación Violeta Barrios de Chamorro (FVBCH), de la que la aspirante fue directora. El grupo opositor se solidarizó con los extrabajadores de esa institución no gubernamental que fueron «secuestrados» por fuerzas policiales y paramilitares, el 28 de mayo por la noche.
«Nos solidarizamos plenamente con Marcos Fletes y Walter Gómez, dos extrabajadores de la FVBCH secuestrados ayer (viernes) con violencia y en absoluta ilegalidad por fuerzas policiales y paramilitares asociadas, con el objetivo de amenazarlos, intimidarlos y obligarlos a firmar confesiones incriminatorias contra Cristiana Chamorro, la Fundación (VBCH) y reconocidos periodistas nacionales», indica el comunicado dado a conocer por Unamos la mañana de este sábado, 29 de mayo.
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Según el movimiento opositor, las maniobras que ha ejecutado la dictadura Ortega-Murillo contra los opositores y los medios de comunicación independientes, en realidad lo que muestran es el temor del régimen a enfrentar un proceso electoral en el que podría perder el poder.
«La dictadura, desesperada, eleva la presión contra Cristiana Chamorro, con el objetivo de forzarla al exilio o apresarla para impedir que continúe con su precandidatura a la Presidencia de la República. A la vez, se han lanzado contra el periodismo independiente, con un nuevo allanamiento y robo a Confidencial y Esta Semana y la intimidación contra periodistas», menciona la nota de prensa.
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Agregan que «en Nicaragua, sabemos que la Fiscalía es parte del sicariato de los Ortega-Murillo que ya han actuado en el pasado, fabricando acusaciones para condenar a la cárcel a centenares de nicaragüenses por haber participado en las protestas de abril y posteriores del 2018».
Los opositores denuncian que la dictadura pretende, «con acusaciones fabricadas, silenciar a medios de comunicación, a periodistas independientes y sacar de circulación a la precandidata presidencial (Cristiana Chamorro) a quien le temen».
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Advierten, en el comunicado, que no hay nada nuevo en la conducta represiva de los Ortega-Murillo «que dependen exclusivamente de la represión y de la fuerza», para sostenerse en el poder, y ahora se muestran desesperados por encontrarse en una crisis que empeora y con el temor profundo de encarar un proceso electoral, aún en condiciones fraudulentas como las que ha venido construyendo.
