Cristiana Chamorro no titubea al decir que Daniel Ortega le tiene miedo, y que en el fondo esa es la razón que persiste detrás de las acusaciones de lavado de dinero que ha hecho el Ministerio Público hace poco más de 24 horas. El anuncio de su aspiración presidencial ha causado todo tipo de reacciones entre los nicaragüenses que desean un cambio de gobierno. Las más recientes encuestas no solo la perfilan como la favorita, sino como la persona capaz de atraer votantes.
“En este momento en que el dictador está demostrando que me tiene miedo, les aseguro que también nos tiene miedo a todos, porque seremos capaces de unirnos y lo derrotamos con el pueblo y junto al pueblo”, dijo en un comunicado divulgado en sus redes sociales tras haber comparecido ante la batería de preguntas de la fiscal sandinista Heydi Ramírez Olivas, quien fue la encargada de llevar el interrogatorio. El régimen ha señalado que la Fundación Violeta Barrios, organización en la que Chamorro fungía hasta hace poco como presidenta, ha lavado dinero. Gobernación asegura que los registros financieros del periodo 2015-2019 presentan inconsistencias. Estos señalamientos han sido negados por la aspirante presidencial. Asegura que la acusación “es una monstruosidad jurídica” y que se defenderá con la verdad.
“Vengo con la frente en alto a defender a los nicaragüenses, porque esto no es una acusación contra mi persona, sino contra todos los que queremos la democracia”, aseguró al llegar a las instalaciones de la Fiscalía. En la zona la esperaban policías, periodistas y acompañantes de la sociedad civil. El contingente de fuerzas especiales era coordinado por varios jefes que mantenían una actitud intimidatoria hacia la prensa. Un día antes, la Policía subió la parada contra los medios de comunicación al allanar las oficinas donde operaba Confidencial y los programas Esta Semana y Esta Noche, propiedad de Carlos Fernando Chamorro, hermano de la aspirante.
A su llegada, un grupo de mujeres activistas de distintas expresiones de la sociedad civil mostraron su apoyo a la candidata, que podría ser inhibida tras las acusaciones hechas por el régimen. Daniel Ortega se ha hecho con el control del Poder Electoral y ha colocado a magistrados afines a su gobierno. Con estas reglas, la dictadura de Ortega y Murillo se podría encaminar a un proceso fraudulento y sin ninguna legitimidad, advierten analistas.
“No vamos a renunciar. No le vamos a permitir a Daniel Ortega y a Rosario Murillo que cerraron el derecho de los ciudadanos a resolver esta crisis por medio de las elecciones”, dijo Violeta Delgado, miembro de la Unidad Nacional Azul y Blanco (UNAB) que llegó para brindar acompañamiento a Chamorro.
Fueron casi tres horas las que pasó la candidata independiente dentro de la sede de la Fiscalía en Managua. La tensión era palpable al ver que los agentes antidisturbios se ponían sus cascos, acomodaban sus bastones, se formaban en fila frente a la prensa que esperaba la salida de la periodista y grababan con teléfonos celulares. La Policía también trabajó en coordinación con civiles, quienes hacían recuento de las personas que estaban fuera de las instalaciones.
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Tras la larga espera, Chamorro salió casi a las 12 del mediodía. Después de abandonar las oficinas, dijo que las respuestas a las preguntas de la fiscal ya las había dado un día antes en el Ministerio de Gobernación, instancia a la que acudió ayer en la mañana tras una notificación que recibió en su casa.
“Dijeron un montón de cosas que ni vale la pena repetir, porque es una incriminación injusta, es una monstruosidad jurídica que se está montando en contra de esta ciudadana por el delito de haber dicho que quiero servir a los nicaragüenses”, explicó Chamorro a los medios. También informó que hasta el momento, la Fiscalía controlada por el régimen no ha abierto causa, solo está en una fase de “investigación”. “Esta es una oportunidad para saber que nos tenemos que unir todos los nicaragüenses para lograr condiciones electorales justas, en primer lugar. El segundo, para lograr una sola candidatura que pueda derrotar a la dictadura el próximo 7 de noviembre”, señaló.
Una “aberración jurídica”
Al lugar también se presentó Vilma Núñez, presidenta del Centro Nicaragüense de los Derechos Humanos (Cenidh) para “constatar las violaciones a los derechos de Cristiana Chamorro”.
La defensora aseguró que la Fiscalía estaba actuando de forma compulsiva y violando todas las normas legales. “Es completamente absurdo y arbitrario que a una persona se le cite para una diligencia con una hora de anticipación y después de que está pendiente un procedimiento administrativo”, esgrimió la veterana activista.
Según Núñez, el trasfondo de todo es la intención de inhibir a Cristiana Chamorro de una contienda electoral. “Como ella bien lo ha explicado, esto no es solamente una agresión a una persona, podría ser a cualquiera de otros de los candidatos, es una agresión a todos nosotros, a todos los ciudadanos nicaragüenses que tenemos el derecho a votar”, agregó Núñez.
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Las acciones contra Chamorro y la fundación que antes dirigía han tenido resonancia internacional. Ned Price, vocero del Departamento de Estado de los Estados Unidos, dijo a través de Twitter que representa otro paso lejano a la democracia. “Las elecciones libres y justas se ven socavadas cuando los medios independientes están bajo asedio y los líderes de la oposición no pueden postularse”, manifestó.
Clase cáscara la de la Chamorro, cínica y sin pena. Está hasta el fondo del barril metida en el lavado de dólares. Financiamiento al terrorismo y golpe de estado. Que le caiga todo el peso de la ley. Ni que se vista de.blanco púrpura podrá quitarse la sangre de todos los que ayudó a matar en Abril con su financiamiento.