Luego que se conociera que el Reino Unido aplicó sanciones contra 22 funcionarios de varios países del mundo, entre los que se incluye al operador político y «testaferro» de la familia Ortega-Murillo, Francisco «Chico» López Centeno, las reacciones en Nicaragua no se hicieron esperar. Opositores como el precandidato presidencial por la Unidad Nacional Azul y Blanco (UNAB), Félix Maradiaga, y José Pallais, asesor político del movimiento Fuerza Democrática Nicaragüense (FDN), ambos de la Coalición Nacional, celebraron la medida del país europeo y advirtieron que es una señal a la dictadura de que podrían venir más sanciones de parte de Europa.
«Recibimos con beneplácito la noticia de que Reino Unido sancionó a 22 funcionarios de Rusia y Latinoamérica, vinculados a actos de corrupción. Entre ellos está Francisco López Centeno, tesorero del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), expresidente de ALBA de Nicaragua (Albanisa) y exmiembro de la junta directiva de la Empresa Nicaragüense de Petróleo (Petronic)», dice un comunicado firmado por Maradiaga, enviado a los medios de comunicación.
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De acuerdo con la comunicación oficial dada a conocer por el canciller de Reino Unido, Dominic Raab, estas sanciones son a título individual o corporativo y tienen como principal objetivo combatir la corrupción internacional. La medida entra en vigor este mismo lunes, 26 de abril, y con ellas, el Gobierno de Gran Bretaña queda autorizado para congelar activos y prohibir la entrada en el país a individuos acusados o sospechosos de casos graves de corrupción, incluidos soborno y apropiación de fondos o activos públicos. Es decir, a Chico López Centeno.
«El pueblo de Nicaragua no está solo. La comunidad internacional seguirá presionando desde fuera y la ciudadanía organizada lo hace desde adentro. Ortega se va a ir para que se abra el paso a un país en libertad», menciona Maradiaga en su comunicado reaccionando a la medida británica contra uno de los principales operadores políticos y económicos de Daniel Ortega y que también ya ha sido sancionado por el Gobierno de Estados Unidos a través de la llamada Ley Magnitsky.
Por su parte, José Pallais Bernard, integrante de la Coalición Nacional en representación del FDN, auguró más sanciones contra funcionarios ligados a la dictadura Ortega-Murillo de parte de países europeos, bien ya sea unilaterales o en bloque como Unión Europea.
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«Un nuevo sancionado por parte de Reino Unido, y vendrán más. Daniel Ortega sabe que la presión internacional no va a cesar mientras no dé muestras de querer impulsar un proceso electoral democrático. Ya van siete sancionados por Reino Unido. Antes, siendo parte de la Unión Europea ya había sancionado a seis», reaccionó Pallais.
Explicó que es muy previsible que, en una situación en la que está puesta toda la atención sobre Nicaragua para que se pueda solucionar la actual crisis política y social por medio de las elecciones, y que el régimen no dé muestras de que va a respetar la soberanía popular, «pues hace muy previsible que las sanciones puedan incrementarse como una reacción rápida a la falta de voluntad gubernamental. Sin duda alguna, esto tiene que ver con las reformas electorales que esta impulsando el régimen».
Presionan por unidad
Pallais aseguró que seguirán pidiendo a la comunidad internacional que continúe la presión sobre el régimen de Daniel Ortega y que a la vez, desde los grupos opositores dentro del país, también abogarán que se concrete el proceso de unidad con el objetivo de que la oposición vaya en un solo bloque al próximo proceso electoral.
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«Por la oposición vamos a seguir dando pasos hacia la unidad. Ha habido avances muy importantes como el hecho que que todos rechazáramos las reformas antidemocráticas y retrógradas, se esperan más pasos, hay expectativas de que se vaya caminando más rápido y el próximo paso sería ya conformar una alianza electoral, una plataforma unificada de alianza electoral», detalló.
Y finalizó advirtiendo que «también estamos presionando a las bases de todos los grupos (opositores) para que le pidan a sus dirigentes que se dé la unidad. Nos quedan 20 días para lograrlo, o nos unimos en los próximos días o se hunde el barco».