La tendencia política que busca el “status quo” a través de un “orteguismo con o sin Ortega” quiere garantizar a Ortega, a sus familiares y al círculo íntimo del poder dictatorial sus bienes, empresas e inmunidad de por vida.
El “orteguismo con o sin Ortega” es la mejor estrategia que tiene Ortega para prolongar el actual sistema político y ofrecerlo como el mejor modelo para la prosperidad y la estabilidad del gran capital. Hasta ahora, Ortega sigue marcando el paso.
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La historia no se repite ni tiene marcha atrás. No podemos regresar a la sociedad dividida y marcada por el pacto entre la dictadura y gran capital; ambos representan la misma ideología, el mismo modelo dictatorial sostenido en el terror, la represión y la amenaza. Mantener el mismo modelo de dominación implica que se abra la posibilidad de nuevas confrontaciones sociopolíticas.
Razón por la cual, el desenlace de la crisis actual no puede ser el establecimiento de un nuevo equilibrio entre el régimen y el gran capital como propone los impulsores de la cohabitación; la superación de la crisis implica el quiebre de la dictadura y formulación de una nueva geometría política en el país.
Mantener el sistema político autoritario significa la prolongación de la crisis actual, el estancamiento, mayor pobreza, más desigualdad, mantenimiento de la cultura política, nuevas crisis y batallas sociopolíticas.
