La dictadura Ortega-Murillo, en una acción represiva para impedir expresiones en conmemoración al Día Internacional de la Mujer de parte de feministas y dirigentes de la oposición, mandó contingentes policiales a impedir la salida de sus casas a las lideresas, las que denunciaron el caso y tildaron al régimen de «dictadura cobarde», por no respetar ni siquiera el 8 de marzo.
Tamara Dávila, integrante del Concejo Político de la Unidad Nacional Azul y Blanco (UNAB) y dirigente de la Coalición Nacional (CN), y Suyen Barahona, dirigente del movimiento político Unamos, reprocharon enérgicamente que la Policía orteguista violara su derecho a la libre movilización.
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Los oficiales también se apostaron desde muy temprano en las afueras de las viviendas de las dirigentes opositoras Violeta Granera, Mariángeles Delgado, Neyma Hernández, Ivania Álvarez, a las que tampoco las dejaron salir.

«El día de hoy, Día Internacional de las Mujeres, al salir de la casa queriendo ejercer nuestro derecho a la libre movilización, fuimos impedidas por policías, nos han dicho que no hay autorización para salir hoy. Nosotros dijimos que no íbamos a aceptar que nos negaran nuestros derechos. Los oficiales dijeron que no podíamos salir a ningún lado porque esa era la orden. Pidieron refuerzos, llegaron tres mujeres y nos amenazaron con meternos a la fuerza a la casa y se llevarían el vehículo con una grúa», denunció Barahona.
Las opositoras afirmaron que los policías las insultaron y las amenazaron, diciéndoles una serie de frases irrespetuosas e injuriosas. «Ustedes están hasta donde no es por todo lo que hicieron en el 2018, ya sabemos que las financia el imperio para desestabilizar, solo borrachas viven», les indultaron los efectivos al servicio de la dictadura.
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«El régimen Ortega-Murillo demuestra todos los días que son unos cobardes, les aseguramos que a nosotras no nos van a detener porque de que se van ase van», señaló Barahona.
Por su parte, Dávila, una opositora muy activa en acciones de protesta y plantones contra la dictadura, criticó que «el régimen manda a mujeres a reprimir a otras mujeres. El régimen quiere echarnos a pelear entre mujeres, nos tienen miedo porque no tenemos miedo, pueden mandarnos a reprimir, pueden no dejarnos salir de las casa pero vamos a seguir organizándonos».
Las opositoras advirtieron que van a seguir demandando justicia por todos los medios posibles y que «vamos a seguir en la movilización exigiendo la libertad para las cuatro mujeres presas políticas que siguen en las cárceles de la dictadura, y en la demanda de justicia para todas esas madres que hasta hoy lloran por sus hijos, vamos a seguir las denuncias en contra de los feminicidio, en contra la de la impunidad».