La delegación policial de Masaya fue ocupada la mañana de este domingo, 21 de febrero, para conmemorar junto a fanáticos orteguistas el 87 aniversario del asesinato de Augusto C. Sandino.
El comisionado general Luis Barrantes, jefe policial de este departamento, junto a sus subordinados aprovecharon la actividad partidaria para mostrar su fidelidad al régimen de Daniel Ortega y tomarse fotografías con militantes de la dictadura y con trabajadores de la Alcaldía de Masaya y que fueron parte de los organizadores de la actividad.
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Los agentes policiales también fueron los «tira» pólvora y sirvieron para repartir refrescos a los partidarios fanáticos del régimen, que repetían el lema de la vicedictadora, Rosario Murillo: «No pudieron ni podrán, el comandante se queda».
A las cinco de la mañana de este domingo, el aparato represor recorrió las principales calles de Masaya con música propagandística del partido de gobierno, culminando la ruta en la estación policial donde colocaron ofrendas florales en la estatua de Sandino que está afuera del cuartel con la frase: «Policía sandinista».

Barrantes dio un discurso donde recalcó la fidelidad de la institución policial al gobierno de Daniel Ortega. El director policial es señalado junto a ese aparato represor de crímenes de lesa humanidad contra opositores en 2018. «Seguimos al servicio de este buen gobierno, comprometido con la seguridad de esta ciudad».
Masaya, una de las ciudades más asediadas durante la rebelión de abril de 2018, continúa constantemente vigilada por la Policía y paramilitares orteguistas. Las detenciones arbitrarias y las violaciones a los derechos humanos de los opositores son permanentes.

Uno de los últimos señalamientos contra la Policía de Masaya es la agresión del 21 de octubre de 2020 contra dos jóvenes del barrio San Carlos, los que según testigos fueron víctimas de una golpiza, únicamente por gritar; «viva Nicaragua libre».