El obispo de la Diócesis de Matagalpa, Monseñor Rolando Álvarez, hizo un vehemente llamado a los políticos de Nicaragua a dejar a un lado «las palabras bonitas y los discursos agitados» y escuchar el clamor de los más pobres, y les recordó que el pueblo de Nicaragua es un pueblo inteligente y sabio que sabe quién es capaz de «tocar las llagas de los más pobres» y sobre todo de quien sabe ser el pueblo.
«Que los líderes sociales, políticos y económicos de Nicaragua escuchen el clamor de los pobres, escuchen el clamor de los afligidos, escuchen el clamor de los llagados. Que aquellos que andan de prisa y a la carrera, escuchen el clamor del pueblo, de los más pobres, campesinos, de los olvidados, marginados, discriminados, de los que son tratados como desecho o descarte, de los de la periferia, escuchen el clamor de ese pueblo y reconozcan con sencillez que no es con bonitas palabras ni con discursos agitados que se gana el corazón del pueblo», dijo Monseñor Álvarez, en su homilía de este domingo, 14 de febrero, celebrada en la catedral San Pedro, de Matagalpa.
Noticia relacionada: Obispo Rolando Álvarez: «La obra de Satanás es la división, el engaño y la mentira»
El líder de la Iglesia Católica hizo ver que Nicaragua necesita renovarse, necesita transformación y cambio, y lo necesita porque, «como dijo Santa Teresa de Calcuta en una de sus reflexiones: Los pobres tienen sed de agua, pero también de paz, de verdad y de justicia. Los pobres están desnudos y necesitan vestidos, pero también dignidad humana y compasión por los pecadores. Los pobres no tienen hogar y necesitan un refugio hecho de ladrillos, pero también un corazón alegre, compasivo y lleno de amor. Están enfermos y necesitan atención médica, pero también una mano caritativa y una sonrisa acogedora».
Asimismo, el religioso, que en cada uno de sus sermones enfila sus predicas contra los males que aquejan a la sociedad nicaraguense, insitió en que los políticos deben poner atención a los excluidos, los que son rechazados y aquellos que no son amados.
«Un pueblo como el nicaragüense que es sabio, que sabe escuchar, que sabe hacer silencio y que observa, está atento para saber realmente quién es capaz de tocar las llagas de los más pobres, de los heridos, de los más necesitados, es decir, capaz de “abajarse”, capaz de anonadarse y capaz, no sólo de hablarle al pueblo, sino, sobre todo, ser pueblo», indicó el obispó haciendo un llamado a los lideres políticos del país a ponerse del lado del pueblo y ser humildes para escuchar el clamor social.
Noticia relacionada: Obispo Álvarez a los políticos: No fracturen más a Nicaragua
También mencionó a «los presos, los alcohólicos, los moribundos, los que están solos y abandonados, los marginados, los intocables y los leprosos… los que viven en la duda y la confusión, los que no han sido tocados por la luz del Cristo, los hambrientos de la palabra y de la paz de Dios, las almas tristes y afligidas».
Monseñor Rolando Álvarez, cada domingo dedica sus homilías para hacer fervorosos llamados a la unidad de toda la nación para superar la crisis social que vive Nicaragua, además, es un duro crítico contra el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo, a quienes les enrostra su responsabilidad por la represión contra el pueblo a partir de abril de 2018.