Los partidos políticos y grupos de oposición que integran la Coalición Nacional (CN) hicieron un llamado este jueves, 11 de febrero, a la Alianza Ciudadana a sostener conversaciones para poder unificarse en una alianza electoral y disputarle el poder a Daniel Ortega en unos posibles comicios el siete de noviembre de 2021.
El llamado a dialogar con la dupla entre el partido Ciudadanos por la Libertad y la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia nace pese que la presidenta se CxL, Kitty Monterrey, afirmó que la CN no existe como oposición.
«Reiteramos nuestro llamado a la Alianza Ciudadana a que pasemos de declaraciones a acciones concretas y reafirmamos la confianza que hemos depositado en la Comisión de Buena Voluntad para que bajo sus auspicios podamos definir una fecha y lugar para encontrarnos…» detalla el comunicado del CN, quien como punto principal a abordar en un posible diálogo con ese grupo está exigir la liberación de los presos políticos.
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Además, plantean como primordial la presencia de organismos internacionales de derechos humanos y observadores electorales «para garantizar el clima apropiado para la celebración del proceso electoral».
La Coalición Nacional también espera lograr con la Alianza Ciudadana una cuerdo sobre «un gobierno de transición postOrtega», e igualmente la inscripción oficial de dicha alianza electoral que se forme entre estas dos fuerzas, que según sus miembros es para «el servicio de las aspiraciones democráticas de la población, definiendo reglas sencillas de gobernanza, poniendo en manos de los candidatos la definición de la estructura y estrategia de campaña».

La Coalición Nacional afirmó que están listos con una delegación representativa de sus organizaciones para encontrarse «lo más pronto posible, como lo exige la situación de Nicaragua y lo demandan las bases».
Fe en la Comisión de Buena Voluntad
Según Violeta Granera, miembro del Consejo político de la Coalición Nacional, están confiando en el trabajo de la Comisión de Buena Voluntad, conformada por el exdiplomático Carlos Tünnermann y el empresario y excandidato a la presidencia Fabio Gadea, para lograr la unificación.
«Ellos (la Comisión de Buena Voluntad) están esperando hablar con todos los sectores de oposición para hacer una convocatoria, pero la Coalición Nacional está siempre lista para dialogar», insistió.
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En cuanto a las ofensas y descalificaciones que la presidente Kitty Monterrey ha hecho en contra de la Coalición Nacional afirmando que esta no existe, Granera dijo que no les importa y que lo que realmente quieren es «encontrar la forma y la fuerza unida para terminar con la dictadura de Ortega»
A la pregunta de los medios de comunicación ante una posible negación de la Alianza Ciudadana por dialogar Violeta Granera dijo que en el proceso de democratización no pueden estar esperando a nadie, «pero es una irresponsabilidad por la que debemos de dar cuenta si no logramos esa unidad», también recalcó que sería el peor escenario para Nicaragua si la oposición va divida a un proceso electoral contra Daniel Ortega.

«El escenario de ir dividió no es promisorio para Nicaragua, es un escenario de mucha irresponsabilidad, es por eso que la Colación afirma que tenemos que unirnos con el pueblo de Nicaragua que quiere libertad y democracia, pero que todavía no ve claro por quien confiar para dar la batalla».
«El PLC puso su libertad en manos del Frente Sandinista»
Según Saturnino Cerrato, presidente del partido político Resistencia Democrática (PRD), se decidió solicitar dialogar con la Alianza Ciudadana por considerar que se puede formar una alianza electoral para poder derrotar a la dictadura de Daniel Ortega».
En cuanto al llamado del diputado liberal Jimmy Blandón de poder dialogar con otros sectores de oposición, Cerrato expresó que «buscamos a otro opositor que no tenga ningún nexo con la dictadura (…) y es bien conocido que el PLC puso su litis en las manos del Frente Sandinista, entonces eso pone en tela de duda su libertad en este accionar».
Ante un posible diélogo con el PLC, el político expresó que se tiene que llegar a un consenso para poder dialogar con un partido que ha sido criticado por su afinidad con la dictadura orteguista.