«Tenemos derecho a progresar y eso no lo puede quitar nadie, mucho menos los odiosos, los terroristas, los que nunca serán perdonados por sus crímenes», sentenció a los opositores, la vicemandataria Rosario Murillo, durante su llamada telefónica a medios gubernamentales este jueves, cuatro de febrero,
En su habitual discurso de ataque, Murillo se calificó como «dignos hijos de un pueblo digno, patriotas, raza sagrada de lucha y honor, de patrimonio heroico». «Los que no nos agachamos ante los imperios queremos trabajo, seguridad, bienestar», manifestó la vocera en acometida contra los opositores a quienes llama «vendepatrias».
«Probablemente quienes no aman al prójimo, quienes no ven el significado valioso de esos grandes, pequeños, medianos proyectos, no por supuesto, si no llenan bolsillo de unos cuantos no son valiosos, así piensan, así han sido, así ese poquito de gente, almas pequeñas, así ven el mundo: ¿Qué hay para mí? Si no hay para mí, no hay para nadie», dijo.
La también coordinadora de comunicación del régimen aseguró que su círculo sabe «lo que es trabajar duro, trabajar y estudiar en las condiciones que hoy tenemos, que no son condiciones de oscuridad criminal o de negación de derechos de los demás, son condiciones cada vez mejores».

Reiteró su reclamo por las protestas sociales acontecidas en el 2018 «¡Cuántos institutos de educación técnica quemaron los criminales que hoy aparecen ofreciendo ¿ofreciendo qué? Solo que se propongan y no podrán, porque ni pudieron ni podrán seguir destruyendo Nicaragua», sostuvo.
Según Murillo, en ese entonces los civiles quemaron estaciones de policías, casas maternas, centros de salud, secuestraron, torturaron, violaron mujeres; violentaron los derechos de sus militantes sandinistas, quienes fueron «asaltados, atacados, vejados por el odio terrorista».
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«Nosotros no destruimos universidades, hospitales, no quemamos ambulancias, no quemamos equipos de construcción de calles, no los quemamos nosotros, los quemaron los terroristas, los criminales, los que no quieren el progreso», dijo la vicepresidenta sancionada por Estados Unidos por ser cómplice de los serios abusos en contra de los derechos humanos de la población desde 2018.
Sin embargo, indicó que su régimen «sí sabemos quiénes son (los opositores) y sabemos porqué nadie les cree. Ninguna credibilidad puede tener un asaltante, un secuestrador, un violador, como fueron todos esos asesinos, que en los tranques de la muerte cometieron atropellos y vilezas, aberraciones, crímenes de odio».

«El egoísmo genera crímenes de lesa humanidad», añadió la vocera del régimen. A los opositores a quienes también calificó de «pillos, malos, delincuentes, santurrones» a quienes les debería «dar vergüenza» su supuesta destrucción, les reitró que «el que destruye carga para siempre con esas culpabilidades».
«Aunque obligados hayamos estado como gobierno responsable a mandarlos a sus casas, la verdad es que la responsabilidad criminal sobre todo lo que hicieron está en sus corazones y sus conciencias, en primer lugar, y luego en la memoria del pueblo nicaragüense que sabe quiénes son», reiteró.