El dirigente y precandidato presidencial por el Partido de Restauración Democrática (PRD), Miguel Mora, fue detenido en el departamento de Carazo, al sur del país, en el momento en que se disponía a participar en una reunión con estructuras de esa organización política. «Me detuvieron en Carazo y me escoltaron con dos patrullas hasta la casa», dijo brevemente Mora a través de mensajes de texto.
Minutos antes, Mora publicó en su cuenta de Twitter la imagen de una patrulla policial en la entrada a su vivienda, desde donde le impiden el paso.
«Me trajeron y volvì a intentar salir y ahí me bloquearon la salida», explicó Mora, por lo que luego sacó su bandera azul y blanco a ondearla frente a los uniformados que lo observaban desde la camioneta policial.
El político, también integrante de la Coalición Nacional, agregó que además del bloqueo a él, también impidieron la entrada a la reunión al reverendo Saturnino Cerrato, presidente del PRD.
Mora calificó «exageración, además de una violación flagrante a la Constitución de la República, que establece que todos los ciudadanos tenemos derecho a circular libremente por nuestro territorio», denunció el político y periodista mientras era perseguido por las dos patrullas, una atrás y otra adelante de su vehículo.
A través de uno de los videos que publicó en su cuenta de Facebook, el dirigente partidario denunció «ante la comunidad nacional e internacional» que la dictadura de Daniel Ortega y la Policía impiden el derecho ciudadano a la libre movilización, el derecho a reunión pacífica y el derecho constitucional a organizarse políticamente, incluyendo la posibilidad de capacitar a las estructuras del PRD.
Miguel Mora es además un exprisionero político al que el régimen mantuvo en cárceles de máxima seguridad durante seis meses. Además le fue confiscado su canal de televisión 100% Noticias, el que todavía permanece ocupado por policías armados. Hasta antes de abril de 2018, Mora era un confeso militante del Frente Sandinista, por lo cual el político luego pidió perdón al país y se definió como un adversario político de su antiguo partido.
Persecución y casa por cárcel
En los últimos meses la Policía ha desatado una persecución contra la oposición, bloqueando el paso a dirigentes de la Coalición Nacional, asediando reuniones de estas organizaciones que intentan organizarse para disputarle el poder al sandinismo, y también han impuesto casa por cárcel contra líderes opositores como Juan Sebastián Chamorro, Medardo Mairena y Juan Sebastián Chamorro.
Por el contrario, el partido oficial mantiene una campaña permanente a nivel nacional y todos los días despliega a sus militantes en lo que llaman las «Unidades de Victoria Electoral» y hacen uso del dinero público con programas de asistencia social para hacer proselitismo a favor del eterno candidato sandinista, ahora convertido en dictador Daniel Ortega.
PRD, posible «vehículo» electoral de la Coalición
El Partido de Restauración Democrática se perfila como la organización política en la que podría aglutinarse la Coalición Nacional, si deciden participar en las elecciones presidenciales previstas para el siete de noviembre de 2021. En la Coalición Nacional están integrados, además del PRD, el Movimiento Campesino, el partido indígena Yatama, la Unidad Nacional Azul y Blanco y el movimiento Fuerza Democrática Nicaragüense (FDN).
Por estas acciones represivas contra la oposición y por los múltiples crímenes cometidos por la Policía en los últimos tres años, la institución armada fue sancionado por Estados Unidos, y ha sido señalada por organismos internacionales como la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) como un brazo represivo de la dictadura, responsable de crímenes de lesa humanidad.