El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, afirmó que no asistirá a la toma de posesión del mandatario electo Joseph Biden, programada para el próximo 20 de enero.
En un escueto tuit publicado este ocho de enero, el mandatario saliente dejó en claro «a todos los que le han preguntado» que «no irá a la inauguración el 20 de enero», como se acostumbra en las ceremonias de traspaso de mando presidencial.
Luego de permanecer bloqueado en la red social por violar las normas de la comunidad, el republicano aprovechó para alentar a sus seguidores, asegurando que, en el futuro, los «75.000.000 grandes patriotas» que votaron por él tendrán «una voz gigante».
El mandatario, señalado de azuzar a la violencia, añadió que sus partidarios «¡no serán irrespetados, ni tratados injustamente de ninguna manera, figura o forma!».
Noticias relacionadas: Donald Trump acepta que su «mandato ha terminado» y que se irá de la Casa Blanca, aunque insiste en fraude
Un día antes, Trump había optado por una postura conciliatoria, enviando un mensaje en el que aceptó que su «mandato ha llegado a su fin» y aseguró una «transición ordenada». Hoy, el mandatario entierra la posibilidad de asistir a la tradicional ceremonia que simboliza la democracia.
Joe Biden, quien no se ha pronunciado al respecto, manifestó horas antes que Estados Unidos necesita «restaurar el honor, la integridad y la independencia del Departamento de Justicia».
Trump se enfrenta a la crítica mundial y la advertencia de los demócratas, quienes han solicitado al vicepresidente Mike Pence que invoque la enmienda 25 o, de lo contrario, darían paso a un juicio político en contra del republicano, tras los hechos violentos desatados por seguidores de Trump en el Capitolio.