Tres años después de haber sido inaugurada, la planta textil BWA, en Diriamba, Carazo, se declaró en «bancarrota», dejando en el desempleo a 2,035 trabajadores, informó la Central Sandinista de Trabajadores «José Benito Escobar» (CST-JBE).
«Ahí laboran alrededor de unos 2,500 trabajadores y el día 31 de diciembre, de una manera sospechosa, solicitan al Mitrab el despido de 2,035 trabajadores de esa empresa. Prácticamente están hablando de un cierre total de la fábrica», manifestó Miguel Ruiz, de la Central Sandinista de Trabajadores «José Benito Escobar» (CST-JBE) y miembro de la Coordinadora Regional de Sindicatos de la Maquila.

La empresa, de capital estadounidense, fue inaugurada en octubre de 2017 en el parque industrial «José Ignacio González» dedicada a confeccionar «camisas de tejido plano, diseños y acabados de primera». El corte de cinta fue celebrado con la presencia del delegado presidencial para las Inversiones Álvaro Baltadano en compañía de Alfredo Coronel, directivo de la Comisión Nacional de Zonas Francas (CNZF). En menos de cuatro años, el 31 de diciembre de 2020, la empresa solicitó a las autoridades del Ministerio del Trabajo (Mitrab) la cancelación del contrato con sus trabajadores que, a partir de este martes 5 de enero, estaría dándose por terminado.
Según Ruiz, la textilera expresó problemas para «honrar su compromiso de carácter laboral con la marca que ha venido trabajando todos estos años, de tal manera que se ha presentado un problema con las exportaciones, de producción».

La sindical instaló una Comisión tripartita en conjunto con la empresa y sector de zona franca, y solicitó el acompañamiento del Mitrab para asegurar el pago de las prestaciones sociales de los operarios. «Les manifestamos (a la empresa) estar en desacuerdo con las acciones que están tomando en torno a dejar a los trabajadores sin sus puestos laborales. (Solicitamos que) a partir de la fecha, no puede salir ninguna materia prima, ni ninguna máquina hasta que se les cancele», añadió Ruiz, quien defendió la supuesta estabalidad de la que gozaba la empresa.

El representante de la CST declaró que se trata de «malos inversionistas», cuya empresa contaba con un 70 por ciento de órdenes de trabajo. «Van a perder su trabajo por una mala administración de esa empresa. Es un caso atípico que no había sucedido en los últimos años. Lo que se conoce ahí es que hay un problema entre socios, pero la empresa es productiva, y de pronto, aparece que hay una quiebra técnica», señaló el sindicalista sandinista.
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Sin embargo, trabajadores de la textilera ya habían realizado una huelga para exigir el pago del aguinaldo, en diciembre, reportada por medios locales.
Según el monitoreo que realizó el Movimiento de Mujeres «María Elena Cuadra», para mayo de 2020, 42 empresas de la industria textil que tenían en total más de 80 mil trabajadores, despidieron definitivamente a 5,768 obreros, mientras las condiciones laborales de otros 30 mil fueron afectadas en el contexto de la pandemia del COVID-19. La situación del sector se ve agravada con la crisis económica suscitada por la represión gubernamental desde 2018 y con la incertidumbre a las puertas de unas posibles elecciones generales.
Quizas ya les informaron que los Estados Unidos va a aplicar la ley de eliminar el Tratado de CAFTA que permite exportar a los Estados Unidos sin pagar impuestos en ese pais. Si es asi muchas de las maquilas de Nicaragua desapareceran como arte de magia, en Honduras estan contruyendo inmensa instalaciones para nuevas maquilas en el area de San Pedro. Mas pobreza por la burrada de un dictador.
Totalmente de acuerdo
Cómo siempre, las decisiones de mico mandante solo problemas traen. Y después salen diciendo que es el imperialismo y que el pueblo no se vende no se rinde. Ellos están bien y no les importa lo que suceda con la gente que necesita trabajar y depende de estás inversiones privadas.