A principios del mes de noviembre a un despistado comunicador o colaborador del monólogo diario de la vocera del régimen se le ocurrió escribir en su informe que ese día se cumplía un aniversario más de la caída de uno de los llamados héroes del sandinismo.
El regaño público no se hizo esperar cuando la vocera rectificó que la palabra «caída» no debería ni podrá usarse para calificar la muerte de algún personaje, de perfil bajo, medio o alto de los afines al partido que dirige la pareja presidencial.
Ese personaje no había «caído» sino que estaba arriba y los que están arriba nunca mueren, dijo más o menos tratando de advertir que no volvieran a usar ese calificativo, sujeto o verbo.
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Leyendo y escuchando los medio afines al régimen hay una nueva terminología que debe ser utilizada en forma casi religiosa por los redactores, locutores, o presentadores de esos medios, so pena de ser regañados en forma privada o pública.
Por ejemplo, si la persona afín al régimen no tiene mucho perfil deberá usarse en caso de fallecer por cualquier motivo, que «pasó a otro plano de vida». Si el perfil es un poco más allá del medio o se trata de un personaje internacional la frase será «tránsito hacia otro plano», o «tránsito a la inmortalidad» en este último caso que sea muy ligado a la familia, el régimen y sus allegados.
Las palabras como muertos, difuntos, fallecidos, occisos o víctimas son utilizadas para la generalidad de los que dejan este mundo ya sea por vía natural, accidente, homicidio, etc.


Lo común sobre todo al leer los artículos en los medios digitales del régimen es el uso constante de «pasar a otro plano de vida» o «tránsito a la inmortalidad» pero raramente o casi nunca la palabra muerto, difunto o victima cuando se trata de una persona de algún nivel.
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Igualmente ocurre con otro estilo excéntrico al cual los reproductores de las noticias del gobierno deben acostumbrarse, como por ejemplo, en vez de la palabra beneficiario, cuando una persona recibe apoyo del gobierno ya sea préstamo, ayuda, colaboración, regalo, o prebenda se utiliza el término «protagonista» un eufemismo que intenta disminuir el perfil de paternalismo que tiene el régimen con los beneficiarios de los programas que al fin y al cabo se desarrollan con fondos del presupuesto y al cual aportan todos los nicaragüenses.
En el caso de las personas que desarrollan alguna actividad económica nueva que puede ser una tortillería, barbería , pulpería, talleres, bares y restaurantes , ventas de leche agria, pupusas, fritanga, frijoles cocidos, panadería, helados, o cualquier tipo de negocio pequeño, el término a usarse será «emprendedores» y así los ha calificado la vocera en sus múltiples monólogos hasta el punto de que cada mes miles de «emprendedores» surgen en este país aumentando el mercado de los informales .
La palabra sastre, modista, o cualquier otra persona que se dedica a la reparación, elaboración de vestuario, o algo parecido son «diseñadores», o en todo caso, también «emprendedores».
Pero no solo el uso de diferentes eufemismos ha llamado la atención de los estudiosos del lenguaje y los géneros periodísticos, sino que también las frases en la introducción, desarrollo y raramente al final de la noticia , o crónica es que deben incluir casi en forma religiosa, cotidiana, o rutinaria que en el relato de alguna actividad, notas diplomáticas, o cualquier otra parecida dentro de la variedad de los géneros de redacción, mencionar que cualquiera de ellas, saludo, reunión, visita, conferencia, foro , seminario, etc deben incluir en un tono casi servil que fue «bajo las orientaciones del comandante y la compañera», o bien en las pocas actividades del cuerpo diplomático en el exterior, deben mencionar que «trasmiten el saludo del Comandante y la compañera».
Colegas periodistas que laboran para estos medios que por razones obvias omitieron sus nombres, relataron que las orientaciones están dirigida a los relacionistas, periodistas, redes de comunicadores, locutores, propagandistas, etc. razón que los obliga a redactar a veces con un machote al cual solo cambian nombres, fechas y sitios porque el contenido no varía.
Un ejemplo clásico de la clonación de comunicados, mensajes, o saludos es el informe semanal del Minsa sobre los casos de Covid-19 que cualquier curioso podrá observar que desde hace meses solo se cambia el número de afectados, fallecidos, recuperados, y la fecha, y por supuesto no puede faltar al final la frase rutinaria y hasta cínica de «Gracias a Dios».