El sacerdote Edwing Román, párroco de la iglesia San Miguel Arcángel de Masaya, celebró con su feligresía una misa en celebración a la Purísima Concepción de María, que cada siete de diciembre se conmemora en Nicaragua.
A diferencia de otros años, no hubo brindis muchos menos la imagen fue sacada del templo. Este cambio se hizo para evitar brotes de contagio del COVID-19. «Acatamos las recomendaciones de nuestro arzobispo (cardenal Leopoldo Brenes) que ha llamado a celebrar desde nuestras casas y compartir el brindis con los que más lo necesitan», explicó el religioso.
«A diferencia de otros años, no se sacó la imagen debido a la pandemia del COVID-19 y también solidarizándonos con los afectados por los dos huracanes (Iota y Eta), pero los fieles católicos vinieron a rezarle a la Virgen, tomando todas las recomendaciones necesarias para cuidarnos porque en este país nada está normal», señaló el sacerdote.
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Además, expresó que la Iglesia católica en Nicaragua no ha exigido que no se celebre la Purísima, pero sí ha recomendado protegerse y evitar contagio de la pandemia mundial. «Hemos recomendado que se rece en familia, pueden haber fieles que lo harán a como lo hacen cada año, pero estoy seguro que tomarán sus medidas de protección».
«No hay que atentar contra la vida»
En cuanto a las actividades que cada año promueve la dictadura de Daniel Ortega para celebrar la Purísima, Román señaló que las personas que lanzan en masa a contagiarse del coronavirus están atentando con el mandamiento bíblico «no matarás». «En Nicaragua hay quienes matan con arma de fuego, con arma blanca, pero también matan lanzando al peligro a su pueblo».
El párroco de la iglesia San Miguel criticó la acción del régimen de aprovecharse de la fe y colocar altares en la Avenida Bolívar para mostrarse cercano al pueblo. «Nada tiene que ver con la Iglesia católica (…), Yo estoy completamente seguro que esas imágenes, por muy bonitas que sean no están bendecidas. Todo eso (el gobierno) lo ha hecho como pura propaganda política y exposición al peligro».
Román refirió que como sacerdote acata las recomendaciones del cardenal Leopoldo Brenes y del obispo auxiliar monseñor Silvio Báez, quienes han llamado a proteger la vida de las personas ante el coronavirus. «Estoy unido al papa (Francisco) y a mi arzobispo, acato todas las recomendaciones y soy como instrumento que llevo el mensaje a mis fieles, yo creo que los obispos son sabios y están cerca de su pueblo».
«Aquí no hay normalidad»
En referencia a la pandemia del COVID-19, Román expresó que Nicaragua no está exenta del virus y que es necesario que las personas continúen acatando las recomendaciones dadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS). «Dios permita no hayan más contagios, para que no haya más víctimas mortales».
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«En este mes hay muchas actividades religiosas, pero no significa que nos expongamos al peligro, aunque hay personas interesadas en que el pueblo se contagie y que muera», recalcó Edwing Román.
Feligreses toman sus medidas de seguridad
En Masaya, otros feligreses también celebraron en sus hogares la celebración de la Purísima Concepción de María, tal fue el caso del exreopolítico y miembro de la opositora Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia Yubrank Suazo, quien junto a sus padres, Ana Julia Herrera y Wilfredo Suazo, levantaron un altar a la venerada imagen.


Según Suazo, estas celebraciones son motivos de alegría para el pueblo nicaragüenses, sin embargo «se debe tener presente las penas, el llanto de este pueblo que ha venido sufriendo desde abril de 2018, posteriormente la pandemia y actualmente los últimos acontecimiento, donde han perdido la vida muchos hermanos nicaragüenses debido a los huracanes, pero siempre tenemos la fe en Dios que pronto podremos estar en paz para disfrutar de una nueva república».
Previo al grito oficial que da el paso a La Gritería, las calles de Masaya estuvieron con poca presencia de feligreses; además los altares en las casas donde se rezaba cada año han disminuido.